Siempre después de un paro, inmediatamente aparecen los fondos para pagar y… “aquí no ha pasado nada”. ¿Es necesario que siempre se llegue a esta instancia? ¿O se trata de una “mise en scene”? Moraleja: siempre pierde el turf, con sus propietarios a la cabeza.
Por Galopón
El turf platense “tristemente” se encuentra como dice el tango: “Cuesta abajo en mi rodada…” de hace un buen tiempo y cuando decimos un “buen” nos referimos a más de 10 o 15 años hacia atrás, salvo un pequeño aire fresco con la gestión de Melitón López al frente de la Dirección de Lotería y Casinos bonaerense que se consiguieron importantes mejoras en todos los aspectos del Hipódromo de La Plata, sobre todo edilicio. A partir de allí se sucedieron presidentes que nada tenían que ver con el “paño”, hablando en criollo: de la idiosincrasia del turf, sabían muy poco o nada. Así se fueron pagando los platos rotos de gestiones a la deriva, hasta llegar a este presente con Omar Galdurralde huyendo como el virrey Cisneros en la Revolución de Mayo.
Lo que sí es cierto es el gran desprecio que la política nacional viene mostrando en los últimos tiempos a una actividad que da de comer a muchas, pero muchas, familias porque si hay algo que es ireemplazable en la crianza del caballo es la mano del hombre, no hay computadora o Inteligencia Artificial que valga.
El paro de ayer fue un paro anunciado que no obligó como en otras medidas a “tomar” la cancha para suspender la reunión. Como si todo hubiera estado “chamuyado”. Lo cierto es que hoy a primera hora como por arte de magia “apareció” la plata, lo cual sí fue informado, comunicado mediante por la administración del Hipódromo con un cronograma de pago de premios, rápido y furioso, a profesionales y caballerizas a partir de hoy y hasta el sábado en forma consecutiva del pago de las reuniones impagas desde la del 12 de octubre, pasando por las del 12, 17, 24, 26 y 31 del mismo mes y culminando con las del 2, 5 y 7 del presente mes de noviembre. Nueve reuniones de un plumazo. No es poco no “moco e’pavo” para lo reclamado y adeudado.
“Pour la galerie” como dirían los franceses, o para la gilada en criollo, reuniones en los gremios involucrados. Of course, en la Administración del teatro del turf. Y luego, comunicados oficiales de por medio para anunciar que “acá no ha pasado nada” y que recomience la función.
Lo cierto es que rápidamente se calmaron las aguas y habrá reunión hípica mañana y también el sábado, con la disputa del Gran Premio Dardo Rocha. Después, cambio de gobierno a nivel nacional mediante, Dios, que en el fondo es burrero, dirá…
Veinte caballos buscarán la gloria en el Dardo Rocha
El sábado se corre el Gran Premio Dardo Rocha (G I-2.400 mts.), la prueba máxima del turf local. Faltan cuatro días para el gran evento hípico de la ciudad...
Veinte ejemplares tomarán parte en esta edición. Con 20 dueños ansiosos, que llamarán cada media hora a sus studes para conocer novedades. Es así, porque se vive con la pasión ilógica que solo puede darse en el turf. Podrá haber mayor o menor grado de excitación, pero es imposible vivirlo con indiferencia.
Peor que perder esta gran carrera es no tener caballo para correrlo, ya lo dice el tango Bajo Belgrano en dos párrafos que pinta la situación: “Cuanta esperanza la que en vos vive...” y “Sacame e’ pobre, pingo querido, no te me manques pa’l Nacional...”
No se conoce entrenador, jockey, propietario, criador, veterinario, capataz, peón o sereno con raíces en el Bosque que no quiera ser parte alguna vez de este evento hípico. Porque correrlo es un sueño cumplido, ganarlo es la utopía que se hace realidad.
El sábado irán por la hazaña: 1) Endo Verde, 2) Tío Boy, 3) Lagarto Boy, 4) Endozing, 5) Sofware, 6) Meaint To Be, 7) Billion, 8) Super Giaco, 9) Oppidum, 10) Nochero Querido, 11) Estibador, 12) Kodiak Boy, 13) Cool City, 14) Del Muñeco, 15) Efren, 16) El De Nabta, , 17) Patricio Back, 18) Patricio Sprout, 19) Super Cocktail y 20) Valiosisimo.