Julieta Lema es una de las grandes promesas del fútbol femenino en nuestro país.
La delantera del ASJ Soyaux Charente, surgida en Argentino Juvenil y con paso por
Villa San Carlos y Estudiantes, continúa sumando minutos en la máxima categoría de Francia. En un lindo mano a mano con El Clásico, la platense de 21 años habló de cómo fue la adaptación al fútbol europeo y las chances de regresar a la Selección Argentina
El fútbol femenino crece a pasos agigantados tanto en Argentina como en el resto del mundo. Con el tiempo, se derribaron barreras que permitieron el avance de la actividad para que poco a poco vaya logrando la merecida profesionalización. Julieta Lema es la jugadora platense que más creció en la última temporada. La joven, surgida en Argentino Juvenil y con paso por Villa San Carlos, Estudiantes y Sol de América de Paraguay, pegó el salto al fútbol francés para jugar en el ASJ Soyaux Charente (Division 1 Féminine).
En un lindo mano a mano con diario Hoy, la delantera de 21 años habló de todo: la adaptación al Viejo Continente, el sueño de regresar a la Selección Argentina y la peculiar experiencia de estar 24 horas en la piel de un soldado.
—¿Qué balance hacés de estos primeros meses en la liga francesa?
—Es una de las mejores del mundo en el fútbol femenino, tener este roce me cambió en todo sentido, estar a la par de jugadoras que tienen este ritmo europeo me hizo progresar mucho futbolísticamente
—Debutaste ante el Olympique de Lyon...
—Me acuerdo que antes del partido hablé con Ada Hegerberg para pedirle la camiseta y me la prometió para la próxima vez que nos veamos porque contamos con una sola por temporada. Tras el encuentro, se me acercó para consultarme sobre cómo me estaba adaptando y ahí confirmé su humildad. Es mi referente y aún seguimos en contacto. Increíble.
—¿Cómo fue la adaptación desde lo cultural?
—Me costó al principio. No fue nada fácil escuchar otro idioma y que mi idioma de base sea el inglés, que tampoco es el mío. Lo bueno es que en estos meses me perfeccioné en ambas lenguas y ahora no tengo problema con hablar tanto inglés como el francés.
—¿Cuáles son las principales diferencias con respecto al fútbol sudamericano?
—La diferencia es tanto física como técnica; acá no podés tener la pelota más de tres segundos en los pies, tenés que tener dinamismo al jugar y tomar decisiones. En Sudamérica tenés margen para hacer la pausa con la pelota dominada. Son distintos estilos y ambos con sus características.
—Estuviste 24 horas en la piel de un soldado. ¿Qué nos podés contar sobre esa experiencia?
—La experiencia de estar 24 horas en la piel de un soldado la hicimos en equipo, dos partidos antes de jugarnos la permanencia. Fue increíble cómo todas las actividades eran constantemente dando todo en partes iguales con las demás compañeras. Al terminar el día, los soldados nos desearon mucha suerte y nos dijeron que la clave era tener esa mentalidad. Al final mantuvimos la categoría en la D1.
—Venís codeándote con la Selección Argentina y el salto a Europa te posicionó de otra manera. ¿Hay una nueva camada de jugadoras que viene pidiendo pista?
—La Selección es lo que más quiero, todos los días voy a entrenar pensando en eso y me perfecciono para estar preparada cuando me toque de nuevo. Sé que todo llega, trabajo muy duro para poder vestir los colores de mi país nuevamente.