Cambaceres volvió a la victoria en Ensenada
En un partido de mucha pierna fuerte y rojas en el aire, Defensores venció al Decano en Rivadavia y Quintana.
El Pincha guardó titulares para el partido del martes por la Copa Sudamericana y la pasó mal ayer en el estadio Monumental. Perdió 3-1 y le permitió a River consagrarse como el nuevo campeón del fútbol argentino.
16/07/2023 - 00:01hs
No le salió bien la apuesta a Estudiantes, que ayer asistió a una verdadera fiesta de River en el estadio Monumental.
El equipo de Domínguez venía de perder entre semana por la Copa Sudamericana y ayer el técnico decidió cambiar hasta al arquero, en lo que terminó resultando una decisión muy arriesgada que le facilitó las cosas al nuevo campeón.
River, que venía con el envión de la campaña y había superado una meseta en su rendimiento en la mitad del campeonato, ya estaba arriba 3 a 0 cuando todavía no se habían jugado 35 minutos y la falta de continuidad de Daniel Sappa le terminó jugando en contra.
Ni siquiera la decisión de incluir a Benjamín Rollheiser como una carta fuerte de peligro en el ataque pudo equiparar el protagonismo de los dos equipos adentro de la cancha.
Si bien Eros Mancusso se sumó más al mediocampo con Ascacibar y el Corcho Rodríguez, el equipo nunca pudo adueñarse de la pelota y sufrió el vendaval de River, que se lució con el manejo de Nacho Fernández, Ezequiel Barco y De la Cruz, además del poder de definición de Lucas Beltrán.
Por momentos, el equipo de Demichelis fue una sinfonía de tres cuartos de cancha hacia adelante, que ni la experiencia de Lollo, la falta de contención de Godoy o los altibajos del juvenil Nicolás Fernández pudieron equiparar.
Sin Mauro Boselli, Zapiola, Palavecino o Sosa, Estudiantes se mostró mezquino desde el planteo hasta el juego y perdiendo en las pelotas divididas terminó sufriendo el partido.
En la parte final, ya con una clara diferencia a su favor, River reguló y el resultado pudo terminar siendo una masacre deportiva.
Los festejos y la vuelta olímpica coronaron una campaña esperanzadora que va de la mano con el repunte que tuvo el equipo en la Copa Libertadores y que invita a pensar que manteniendo la base de esta formación podría también llegar lejos en el plano internacional.
En la noche de la consagración, el Millonario le hizo precio a una versión “mendiga” de un Estudiantes que ahora apuesta los últimos cartuchos del semestre a revertir la llave contra los ecuatorianos y el martes dar el gran golpe en la Copa Sudamericana.