Por Daniel “Profe” Córdoba
Cuando un equipo no llega al gol y su arquero es figura partido tras partido, hay que hacerse fuerte en defensa, contragolpear y explotar a full la bola quieta a favor. En el fútbol, tanto el no tener gol como el sufrir goles fácilmente crea inseguridad. Mas allá de otros problemas que no sé si existen o no dentro del grupo o del vestuario, creo humildemente que es el primer paso a seguir.
Un día de vida como el fútbol son momentos. Aquellos que más rápido se adapten a la realidad y a cada momento encontrará más pronto que lejos su camino.
Las comparaciones dicen que son odiosas, pero surgen espontáneamente. Desde la mirada de un entrenador y periodista hasta una simple charla de oficina, café o asado. Gimnasia sabe a qué juega, cómo y con quiénes llevarlo a cabo. Estudiantes, no.
Los de calle 4, a pesar de la internación y operación de Diego Maradona, del grave incidente de Johan Carbonero, de la renuncia y del retorno del presidente, fueron a visitar a Huracán y jugaron con buena actitud. Estuvieron ganando, luego en desventaja, la remontaron y hasta podrían haberse traído un punto. Fueron derrotados, pero jugaron con gran intensidad, mentalidad positiva y convicción.
Todo lo del Lobo es exactamente lo opuesto a lo del Pincha, que recibió a un Argentinos Juniors que venía de perder de local por el metedor y pobre Aldosivi. ¿Qué te pasa Estudiantes?