Enrique Macaya Márquez y su hijo Gabriel, quien estuvo trabajando en Estudiantes en el 2008 como preparador físico de Leonardo Astrada, están en Catar analizando el Mundial que tiene a la Argentina entre los ocho mejores del certamen. En contacto con diario Hoy,
el periodista de 88 años dejó su opinión sobre la injerencia del VAR.
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Enrique Macaya Márquez también se ha convertido en uno de los atractivos que presentó la Argentina en el Mundial de Catar ante los medios internacionales, luego de ser distinguido por la FIFA por su trayectoria cubriendo mundiales de fútbol desde Suecia en 1958.
Macaya cumplió 88 años el pasado 20 de noviembre, fecha en la cual se inauguró la Copa del Mundo, y días después fue distinguido por Gianni Infantino por la trayectoria siguiendo de forma ininterrumpida cada cuatro años el evento deportivo más importante del mundo que organiza esta Federación.
Esta vez, el reconocido comunicador deportivo decidió viajar junto a su hijo Gabriel, quien en su momento trabajó con Leonardo Astrada en el segundo semestre del 2008 en Estudiantes.
En contacto con diario Hoy y la Red 92, Macaya Márquez dejó su parecer sobre lo que se está viendo del presente Mundial de Catar.
—Bajo su opinión, ¿qué Mundial estamos viendo?
—Este es un Mundial irregular en algunos aspectos. Bastante equilibrado y parejo por algunos partidos. Pero creo que a partir de los octavos de final se va a ver el verdadero Mundial. Argentina tiene que estar en un estado de alerta permanente porque cualquiera te puede dar una sorpresa. Quedó demostrado. Pero contestando directamente a tu pregunta, hasta ahora no me gusta mucho este Mundial.
—¿Entiende la injerencia del VAR como algo necesario o negativo?
—En alguna parte el VAR atenta contra la esencia del juego. Pero es fácil caerle al VAR ahora como antes se les caía a los árbitros. En el VAR hay cosas puntuales que te pueden ayudar. Pero también creo que se pierde demasiado tiempo. No es sencillo. Yo estoy a favor de la tecnología, pero tiene que ser una tecnología más moderna, sencilla y rápida.
—¿Cómo fue para usted cumplir 88 años en pleno Mundial, porque en sus anteriores mundiales como se jugaban en junio o julio no le pasó lo mismo…?
—Bueno, un poco bromeando con Infantino, que nos recibió, le dije que había adelantado la inauguración del Mundial por mi cumpleaños. Fue una cosa bastante extraña cumplir años en el medio del certamen.
—De los 17 mundiales que le tocó cubrir, ¿cuál fue el que le dejó un recuerdo más lindo?
—Eso depende del resultado que tenga la Selección. Cuando uno trabaja para medios, como me tocó a mí toda la vida, si a la Selección le va bien, al medio le va bien y a vos te va bien también.
—¿Entonces los mejores recuerdos los tiene del Mundial de México 1986 y de Italia 1990 o de Brasil 2014?
—No tengo ninguna duda. Incluso el de Italia 1990 por haber llegado a la final fue muy meritorio.
—¿En dónde se paró Macaya en aquella vieja discusión intelectual en la Selección entre Bilardo o Menotti en los 80?
—Yo siempre estuve del lado de Bilardo. Yo había seguido al Estudiantes de Zubeldía y me acuerdo que volvíamos a Buenos Aires juntos con Zubeldía y Bilardo después de los entrenamientos de aquel equipo en los 60 discutiendo de fútbol. Por eso cuando Bilardo fue a la Selección yo ya sabía y conocía lo que quería hacer. Al principio no le salía. Pero yo sabía lo que buscaba y los resultados que había tenido. Por eso siempre estuve del lado de él.
—¿Se pueden hacer amigos en el periodismo? ¿Hay amigos entre colegas?
—Es muy difícil. Y después depende de cada periodista. Hay muchos que se creen que son más importantes que los propios hechos y piensan que porque ellos opinan de una manera las cosas tienen que siempre ser así.