Ya sin chances de clasificación, Gimnasia cayó en su casa y su público se lo hizo saber.
En el cierre de la Copa de la Liga, Gimnasia cayó por 2-1 frente a Banfield donde se lo dieron vuelta en tan solo dos minutos. Sobre el final hubo insultos para el plantel, cuerpo técnico y Comisión Directiva en una noche caliente en el Juan Carmelo Zerillo.
En un primer tiempo muy parejo, el Lobo supo ser dominador en el inicio del encuentro y luego fue perdiendo esa superioridad. La supremacía albiazul en gran parte se dio a esa apertura del marcador a los 6 minutos cuando Felipe Sánchez anticipó en el primer palo un córner desde la izquierda y con un zurdazo bombeado, la pelota se le terminó colando por arriba a Marcelo Barovero. Tras este gol muy temprano y una salvada clarísima de Nelson Insfrán a la siguiente jugada, se vieron los mejores minutos del equipo de Leonardo Carol Madelón que movía la pelota como quería en el mediocampo con Lucas Castro y Pablo De Blasis encendidos.
En una gran contra que terminó con un centro de Castro, Benjamín Domínguez se perdió un gol solo abajo del arco. Después de esa chance y algunos acercamientos más que no pudo concretar, el Taladro empezó de a poco a generar problemas en la defensa albiazul demostrando las falencias que tuvo a lo largo de toda esta Copa de la Liga, aunque en todas las chances Insfrán respondió de manera perfecta.
Sin embargo, en el segundo tiempo la cosa cambió porque el Mens Sana siguió con esa tranquilidad de manejar el partido por algunos minutos pero Madelón movió el banco y sorprendió. Las salidas de Castro y De Blasis para que ingresen Agustín Bolivar y David Zalazar cambió la posición del equipo para retrasarse un poco más en la cancha y darle la pelota al rival en vez de seguir atacando.
Encima minutos antes, Julio Falcioni había metido a los pibes picantes de Gerónimo Rivera y Matías González por lo que todo terminó ayudando a la visita. Después de un ataque por la derecha, los defensores que no pudieron rechazar y un rebote, la pelota le quedó en el área a Ignacio Rodríguez para meter el 1-1 a los 74. Aunque lo peor llegaría tan solo dos minutos después.
Tras el saque del medio, la pelota fue para atrás para Yonathan Cabral que no supo parar la pelota y Milton Giménez aprovechó ese grave error para irse mano a mano convirtiendo el 2-1 en cuestión de segundos. Con este duro golpe, el DT albiazul volvió a mover el banco pero el equipo no encontró respuesta y fue un gran desconcierto para cerrar de la peor manera posible la Copa de la Liga.