En una final que tuvo de todo, el Fogao se impuso 3-1 frente a Atlético Mineiro en el Estadio Monumental para levantar por primera vez en su historia el trofeo más importante del continente.
01/12/2024 - 00:00hs
Bajo el sol del sábado en el Estadio Monumental, que finalmente estuvo casi al 100%, el Botafogo hizo historia porque consiguió por primera vez ser campeón de la Copa Libertadores y además tendrá la gran oportunidad de estar en el Mundial de Clubes del año que viene. Los de Río de Janeiro se impusieron por 3-1 contra Atlético Mineiro gracias a los goles de Luiz Henrique, Alex Telles y Júnior Santos mientras que Eduardo Vargas descontó parcialmente para el Galo.
Antes del minuto se confirmó que la final iba a ser un partidazo porque a los 30 segundos, Gregore fue de manera imprudente en mitad de cancha y le estampó un planchazo en la cabeza al argentino Fausto Vera para que Botafogo se quede con 10 jugadores al inicio. Luego de esto, Mineiro comenzó a ser el que tenía la pelota pero no encontraba los caminos salvo unos remates de media distancia de Deyverson y Hulk.
Sin embargo, la sorpresa llegó a los 35 minutos cuando luego de un remate y unos rebotes, la pelota le quedó en el área a Luiz Henrique que sin dudar sacó un zurdazo al primer palo para que el Fogao se ponga 1-0 arriba con un jugador menos. Esto no sería lo único porque llegando al final del primer tiempo, llegaría otro golpe para los de Gabriel Milito.
Deyverson, que tuvo complicidad en el primer gol, salió a cortar a tras un error defensivo pero llegó tarde y terminó barriendo a Luiz Henrique. Facundo Tello recibió mediante VAR y cobró la pena máxima que Alex Telles cambió por gol para el 2-0 en lo que era un resultado impensado tras la expulsión.
En el entretiempo Milito movió el banco y rápidamente le surgió efecto porque el ingresado Eduardo Vargas, a los 47 minutos descontó y le daba vida al Galo que además seguía con un hombre de más. Pero más allá del ímpetu y los 11 jugadores, Atlético no supo encontrar los caminos y cuando lo hizo sobre el final, Vargas decidió muy mal en las dos definiciones que tuvo para empatar el encuentro.
Encima ya en tiempo de descuento y cuando estaban todos en ataque, el ingresado Júnior Santos se inventó una gran jugada personal por la banda y luego de hacer un pase al medio, el rechazo le quedó al lado del arco para empujarla y que la mitad del Monumental de Botafogo delire con el 3-1 final que ya le daba el campeonato. Este título no solo es histórico por ser la primera vez y sumarse a los ganadores del trofeo más importante del continente si no también porque Botafogo comenzó jugando esta edición desde el repechaje y llegó hasta el final para lograr el objetivo.