La extraña disciplina que junta numerosas leyendas celtas, además de velocidad, rudeza, fuerza y picardía. Descubrí de qué se trata esta actividad.
En el mundo de las disciplinas deportivas, actividades lúdicas o de entretenimiento hay deportes extraños que acaparan la atención en distintos puntos del planeta y son definitivamente desconocidos en otras partes del mundo.
Definir al hurling en pocas palabras sería una misión imposible, porque es un deporte que tiene velocidad, rudeza, técnica y drama. Además, demanda fuerza, picardía y un talento único para lidiar con una bola del tamaño de una pelota de béisbol y con un bastón que no se parece a nada en este mundo.
Se lleva a cabo en un campo más grande que uno de fútbol o fútbol americano, sus medidas oficiales son de 130 a 150 metros de largo por 80-90 de ancho, y cada equipo tiene 15 integrantes. Existe una versión femenina, pero no se llama de la misma forma. Recibe el apelativo de camogie y con 12 jugadoras por equipo.
Los jugadores utilizan su bastón para pasar y tirar, o correr con la pelota al rebotarla en el extremo ancho del stick. La bola se puede patear, pero no la pueden lanzar o recoger del piso con la mano.
Los hurlers no pueden recorrer más de cinco pasos sosteniendo la pelota, atraparla tres veces seguidas sin tocar el suelo o pasarla de una mano a otra.
Si se analizan los pormenores de este deporte, no cabe duda que los golpazos que se dan son muy atractivos, y pareciera que no hay ley que rija en el campo de juego lo que ahí suceda. Pero nada más lejos de la verdad, ya que hay reglas que garantizan la jugabilidad. Los golpes deliberados, no en plena y leal lucha por la pelota, son penalizados y si una falta se produce en el área frente a la particular portería, se cobra un penal desde la línea de los 20 metros.
A propósito de la extraña portería, vale mencionar que comprenderla es clave porque de ello depende que se entienda el sistema de puntuación. En los arcos es donde sucede la acción más relevante del partido, ya que si la bola ingresa a la red, ese tiro vale tres puntos.
Por encima del arco hay un par de postes verticales que son una continuación de los postes laterales y nos recuerda a la ‘H’ del fútbol americano en sus comienzos o la que se sigue usando en el rugby. Entonces, si la pelota pasa entre esos dos postes como si fuera un gol de campo, el tiro vale un punto.
Los partidos se dividen en dos tiempos de 30 minutos y si un juego de eliminatoria termina empatado, entonces se juega una prórroga de 10 minutos. Se permite hasta un máximo de cinco cambios por encuentro para cada equipo.