Estudiantes no para de perder puntos en el torneo local y ahora se juega el año en el certamen federal ante Boca en semifinales. Volvió a jugar mal, perdió y quedó lejos de los puestos de Copa internacional del 2024.
POR DANIEL “PROFE” CÓRDOBA
No Pincha, se pincha. Dicen que en1996 en ese
estadio, Olivetto (juez del partido que en el minuto 93 no vio como Coria la
acomodaba con la mano y ponía el 1 a 1) nos sacó la posibilidad de campeonar
(faltaban tres fechas y peleábamos campeonato con el Boca de Bilardo, con el
Vélez de Bianchi campeón de todo, con el River de Ramón Díaz, con el Racing de
Brindisi y con el Gimnasia de Griguol), pero sostengo que no fue solo lo dudoso
de Olivetto. En ese juego erramos 100 goles claros, y en Jujuy dejamos tres
puntos amargamente como si en vez del campeonato estuviésemos en media tabla.
Hoy, tiempo
después, un palidísimo y sin corazón Estudiantes de La Plata perdió con Platense
en ese mismo estadio. Horror de Núñez y Martínez puso el 0-1. Y lo de siempre:
salvo las subidas de Godoy, el equipo de Domínguez, nada de nada. Cancha chica.
Rival que aprieta, que mete y los de 57 y 1 otra vez dejando sabor a nada.
Antes era un chip para la Sudamericana. Se quemó. El del torneo ya hace rato
que se quemó. ¿Podrá ser que en este hiperprofesionalismo (no creo esa
dedicación de hipernada en el fútbol argentino) haya un tercer chip llamado
Copa Argentina? Ojalá por la gente.
Digan que
no hay entrenadores confiables o que manejen Tapia-Bragarnick porque sino el DT
pincha ya hubiese partido a otros lares. Porque no les llega a los players o no
sé. Lo que sé y veo es que no juega a nada. En el complemento entró Sosa y el
juego cambió mucho. Además ingresó Zaid Romero, el central que puede darle más
presencia en dos áreas. Todo el juego depende de las habilitaciones de Sosa,
del ir de Godoy y las llegadas de Ascacibar.
Pero los
suertudos tienen en una mano infantil un penal: Boselli y 1 a 1. Inmerecido.
Iban 25 del segundo tiempo y a partir del gol Estudiantes mejoró y hasta lo
pudo ganar. Minutos más tarde, un barbado de marrón cabeceó solo y erró. Más
tarde lo tuvo el Pincha, pero se lo tapó el arquero local a Ascacibar. Platense
es una mezcla de veteranos con pibes y jugadores del nacional “B”. Con eso y
mucho correr y meter lo llevaba a Estudiantes a su arco. Sobre el cierre, el partido se hizo de ida y
vuelta: lo tuvo Matías Godoy, pero tapó el arquero e inmediatamente después
Platense erró un gol con Mateo Pellegrino. Cuando todo terminaba, a los 46, gol
del local. Platense 2, el Pincha 1. Fue una contra muy bien definida.
Ganó el
Calamar. ¿Merecido? Sí. Corrió, metió y no tiene para jugar. Tuvo lo que no
Estudiantes, corazón. ¿Otro borrón y cuenta nueva? ¿Otra charla del DT con
jugadores? Si se da la Copa Argentina muy bien, sino, y en todos los niveles,
varios deben irse. El año de Estudiantes se definirá por su suerte en la Copa.