El fútbol infantil de Gimnasia tuvo su fiesta en la sede
29/12/2016 - 03:07hs
Pablo de Blasis, uno de los jugadores que está siguiendo Edgardo Bauza para el combinado argentino, repasó con diario Hoy su gran año en Alemania, la nueva experiencia como papá y los deseos para 2017
El pasado 8 de noviembre, en la nota exclusiva de este medio con Edgardo Bauza, el técnico de la Selección confirmó el seguimiento a Pablo de Blasis, uno de los futbolistas platenses de mayor proyección en este último tiempo, que tuvo un año exitoso en el fútbol alemán. “Vimos videos y está en una lista de 50 jugadores”, dijo en aquel entonces el Patón.
Pablito, fiel a su esencia, siempre fue cauto con esa posibilidad, por lo que siguió demostrando un gran rendimiento y goles en el Mainz 05.
Hoy, mientras descansa en la ciudad junto con su familia, a la espera de recibir el Año Nuevo y antes de volver para encarar la segunda parte de la temporada, atendió a El Clásico, donde repasó un 2016 muy positivo y se refirió a la posibilidad de vestir los colores albicelestes.
—¿Qué balance futbolístico hacés de este año?
—Es bastante bueno, contando el semestre anterior, en el que clasificamos a la Europa League, y este que terminó, en el que la jugamos. Estamos a mitad de temporada, pero el año es muy bueno.
—¿Cómo definís al fútbol alemán y qué diferencias notás respecto al argentino?
—El alemán tiene mucho más ritmo, porque hay menos infracciones. Eso lo hace más dinámico. No quiere decir que sea más difícil, creo que en el argentino es más complejo sacar diferencia, ya que hay mucha más fricción. Allá parece más vistoso y difícil, pero lo más complicado es mantener el ritmo de juego.
—¿Qué le agregaste a tu juego? ¿Te ayudó el sistema para convertir goles más seguido?
—Siempre intento ir puliendo lo que me falta y entrenar lo que necesito mejorar. Lo hago viendo videos y movimientos para poder corregir lo que el entrenador quiere. En cuanto a los goles, es más relativo, porque cuando uno está confiado, o en racha, le va mejor. Cuando eso no pasa, la cabeza le juega en contra.
—Bauza confirmó que te está siguiendo, ¿qué significa para vos? ¿Te ilusionás con el llamado?
—Leí a través de los medios la posibilidad. Cualquier jugador se pondría contento por estar en la mirada del entrenador argentino. Al tratarse de una Selección tan grande, a uno le da mucha fuerza para seguir. Han jugado futbolistas increíbles, y cumplir ese sueño sería algo espectacular. Soy muy equilibrado, trato de seguir haciendo lo que hice hasta ahora. Si llega, buenísimo. Si no, seguiré por este camino.
—¿Qué deseos tenés para 2017?
—Me gustaría tener un año como este. Será difícil volver a clasificar a las copas internacionales, pero ojalá pueda seguir convirtiendo goles y haciendo buenos partidos. Me quedan más de dos años de contrato. Estoy cómodo en Alemania, mi familia también y la gente me quiere.
La vida como padre y el crudo frío alemán
Este 2016 quedará como un año muy especial para Pablo, quien contrajo matrimonio y también fue papá de Josefina.
—¿Cómo es la vida de padre?
—Es muy diferente. Estoy muy contento de experimentar todo, tanto de cambiar pañales, alzarla, ver cómo come, duerme y demás. Te da una alegría muy grande.
—¿Se sufre el frío allá? ¿Qué es lo que más se extraña?
—En mi caso, no me gusta para nada el frío y lo sufro bastante. A diferencia de acá, allá se hace largo el invierno, parece que no termina nunca. Dura más, sale menos el sol y llueve mucho. De la Argentina se extraña la familia, los asados, los partidos. Lo espontáneo y la alegría con la que se vive acá.
Siguiendo al Lobo a la distancia
Hace más de cuatro años que Pablito se fue de Gimnasia, pero su amor lo mantiene a la distancia.
“Al Lobo lo sigo siempre. Quizás no leo todas las noticias, pero sí veo los partidos. Este año estuve muy pendiente de la Copa Argentina. En general creo que fue un buen año. Noto al club más ordenado y al equipo más fuerte. Eso se refleja. Una lástima haber terminado sin ganar tantos puntos, pero hay un buen plantel y el año que viene se pueden lograr objetivos”, soltó el volante ofensivo.