El “Huesito” se mostró feliz al incorporarse como jugador del plantel de Cagna, cuando parecía que no podía volver a jugar. Hizo trabajos diferenciados en el mismo Country que de chico lo vio correr con la camiseta del fútbol infantil.
Esa camiseta que ya vistió en dos etapas en la Primera: 1996 con Daniel Córdoba (ver nota especial) y en 2000 luego de haber jugado un año en el Nápoli.
El pasado 2 de octubre fue sometido al trasplante de riñón, gracias a su papá Rubén Horario que lo donó y al aporte de la ciencia.
Luciano estuvo en el campo de juego unos momentos, pero luego se metió en el gimnasio para realizar una sesión de pesas y bicicletas.
Si todo marcha bien, y la evolución física es la que todos piensan, será el primer refuerzo aprobado por Cagna y que desde ya provocará un alegrón en el público.