En abril de 2003, Gimnasia dio vuelta un partido vibrante en 1 y 57 para vencer a Estudiantes por 4 a 2, y ese fue el último triunfo de los Triperos en condición de visitante. En un mano a mano exclusivo con diario Hoy, Juan Carlos Olave recordó aquella épica tarde, en la que el partido no se completó por suspensión e incidentes, ya que los hinchas del Pincha tiraron de todo al sector de la platea donde estaba el expresidente Julio Alegre.
Unico, épico, inolvidable. La combinación de azul y blanco apoderándose de una tarde que prometía ser rojiblanca. Delirio, lágrimas, incredulidad de ambos lados. El Lobo le ganó al León cuando parecía que era imposible, cuando todo indicaba una goleada de Estudiantes, cuando el arquero Juan Olave era figura. Sin embargo, la determinación tripera en el segundo tiempo y la lesión de Roberto Pompei fueron claves para el 4 a 2 tripero, en lo que significó su última victoria en 1 y 57 hasta la actualidad. En un mano a mano con diario Hoy, el guardametas cordobés recordó aquella épica jornada.
“Me acuerdo mucho de ese partido porque fue mi primer clásico de visitante. El anterior lo habíamos ganado en el Bosque y también se había suspendido unos minutos antes. Creo que tuvo todos los condimentos. La gente de Gimnasia apoyó constantemente. Tras una primera etapa donde sufrimos bastante y nos vimos superados, logramos revertir la historia en el complemento”, comentó Olave.
Consultado sobre el momento en el que comenzó a cambiar la historia de la jornada, el arquero cordobés explicó: “Entramos todos calientes al vestuario, reclamándonos cosas y con alguna discusión de por medio. Hasta que nos propusimos salir al segundo tiempo para cambiar la imagen que debe darse en un clásico. Era un grupo de gente grande y con mucha experiencia. Veníamos de un golpe duro tras quedar eliminados en la Copa. Lo llevamos por delante a Estudiantes, lo dimos vuelta y recuerdo haber tapado lo que era el 3 a 3 para ellos. La frutilla del postre fue el gol del Pampa. Él había vuelto al club y todos queríamos verlo convertir ante el eterno rival”.
Por último, Olave se refirió a la importancia del apoyo de los hinchas: “Quiero destacar a los hinchas del Lobo, que incluso siguieron cantando en el entretiempo. Cuando salimos a jugar la segunda parte, juntaron y tiraron los papelitos del recibimiento. Fue una verdadera fiesta y eso nos empujó a revertir la imagen. A pesar de que se suspendió, para nosotros fue muy emotivo y nos generó una gran alegría”.