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De jugador a árbitro, pero siempre con la naranja como pasión: la historia de Franco:
30/12/2020 - 00:00hs
El joven platense que va a camino a ser el mejor árbitro de básquet del país
Es uno de los árbitros internacionales más destacados que tiene la ciudad, ya dirigió el Sudamericano U14, la Liga Sudamericana y las ventanas de la AmeriCup en Obras.
Con apenas 27 años, Franco Ronconi se anota para suceder a Alejandro Chiti y Fabricio Vito, dos que pusieron bien alto el prestigio de los jueces en la región. El regreso al arbitraje poscuarentena, sus primeros pasos en el exterior y el pasaje de jugador a referí, en la siguiente charla con El Clásico.
—¿Cómo transitaste la cuarentena en lo personal y de qué manera afrontaron la situación con tus colegas ?
—Se trabajo muy duro de manera virtual en la filial La Plata y con la Escuela Argentina de Árbitros de Báquetbol (EAAB) a nivel país. Se daban clases con distintos temas y tópicos a analizar que eran expuestos por distintos grupos, buscando unificar criterios arbitrales y todo a través de la línea que impone FIBA. Esto fue lo positivo. Después, nuestra actividad depende de estar dentro de la cancha, entonces ahí estuvo lo difícil ya que muchos compañeros viven de esto y si no tenés otra entrada, te imaginarás lo difícil que es seguir adelante y afrontar esto que nos sucedió. Por eso muchos nos tuvimos que reinventar con otras actividades.
—¿Qué te llevó a iniciar la carrera de árbitro después de jugar tantos años? ¿Ahora te ponés un poco más en el lugar de los que antes cuestionabas?
—Empecé la carrera de árbitro por mi amigo Joaquín, un verano me dijo que había empezado con el curso y le dije que la próxima clase iba con él, después termine yendo solo pero él fue el que me dio la idea. Antes hacía mesa de control en las categorías inferiores y quería trabajar de algo para poder darme mis gustos sin tener que estar pidiendo plata a mis viejos. Arranque por ese lado, pero después que conocés lo que es el arbitraje te das cuenta que es un camino de ida, es algo que me encanta hacer y difícil de explicar, solo el que se puso un silbato sabe lo que es aunque claramente te tiene que gustar tomar decisiones todo el tiempo.
Totalmente, entiendo un montón de cosas que cuando era jugador no entendía y si podría le daría muchos consejos a ese Franco jugador que era un poquito mucho insoportable (risas).
—Con 27 años te convertiste en un referente del arbitraje en la ciudad. ¿Te genera más presión eso?
—La verdad es que no me genera presión porque tenemos muchos referentes en la ciudad y me siento muy acompañado, sigo trabajando de la misma manera y escuchando todo tipo de consejo.
—El año pasado te convertiste en juez internacional. ¿Cómo recibiste la noticia y qué sensación te generó?
—Fue algo hermoso y una felicidad tremenda porque significa llegar al estamento más alto al cual podés aspirar siendo árbitro. La noticia me llegó mediante un grupo de WhatsApp donde me dijeron que era un candidato para ser árbitro FIBA, eso me provocó mucha emoción y fue mejor aún cuando me llegó la primera nominación. Pero ponerte esa remera es una sensación increíble, te lo cuento ahora y sigo sonriendo (risas).
—En noviembre fuiste elegido para dirigir las ventanas FIBA en Obras. ¿Cuál es el balance y qué te pareció la experiencia?
—El balance es muy bueno no solo en lo que respecta al arbitraje, sino también a la organización por el tema de Covid-19. Se presentaron algunos casos pero se desarrolló sin problema con muchos cuidados, fue mi primer torneo de selecciones de mayores y por suerte lo pude disfrutar mucho. Obviamente siempre están los nervios de afrontar una nueva meta y más después de 8 meses, pero salió un lindo juego, parejo y me sentí cómodo dentro de la cancha.
—¿El próximo objetivo a cumplir?
—Objetivos tengo un montón, a corto y largo plazo, pero la verdad siento que lo importante es disfrutar el camino y si se llega a esos objetivos mejor aún. Pero si tengo que decirte uno es que me sigan nominando y creo que eso se logra con trabajo, rindiendo dentro y fuera de la cancha.