Por Galopón

Storm Sound más que “sonido de tormenta” es un vendaval

Nuestro candidato, bien conducido por el jockey Lautaro Balmaceda, se alzó ampliamente con el Clásico “Vilas Light” (1.600 mts.) derrotando por siete cuerpos a Código Postal. Así, el pupilo de Omar Labanca extendió su buen presente a tres victorias en fila y va por más.

Por GALOPON

En una desteñida tarde de domingo abrió sus puertas el Teatro del Turf del Barrio Hipódromo para ofrecer diez cotejos en cartelera. El Clásico “Vilas Light” (1.600 mts.) se robó toda la atención de los aficionados y en esta carrera se impuso nuestro candidato Storm Sound en final desahogado y a voluntad, ya que vino adelante desde el vamos para escapar en la recta y derrotar por siete largos a Código Postal, mientras que a cuatro cuerpos completaba el podio, Adorado Rim. De esta manera el hijo de Hi Happy logró la séptima victoria de su campaña y tercera en fila, en un excelente registro. Sus últimas demostraciones lo consolidan como el dominador indiscutible de la “media distancia” en éste hipódromo.

Reservado para todo caballo de 3 años y más edad, ocupó el quinto turno de la programación con la presencia de tan solo cinco competidores ya que Es Aristocrático no fue de la partida y el cierre de las apuestas mostró el terminante favoritismo de Storm Sound con un sport de $1.30 superando lo reunido por Adorado Rim ($3.75) y por Código Postal ($3.90), que fueron los que más boletos juntaron. Trasladado el pleito a la pista, Storm Sound le dio la razón a la cátedra superando por terminantes siete cuerpos a Código Postal que fue el único rival que intentó seguirle el ritmo desde el vamos hasta pisar la recta, donde él a la postre ganador se despegó muy fácil para seguir viaje triunfal hasta el disco.

Abierto los partidores, Storm Sound “primereó” a sus competidores y al formalizarse la carrera, el puntero corría con un cuerpo de ventaja sobre Código Postal, escalonándose luego Call Me Boone, Adorado Rim y Preludio Lento. Así descontaron los primeros 400 metros con Storm Sound tres cuartos de cuerpo por delante de Código Postal, mientras que a similar margen quedaba Call Me Boone.

De esa forma completaron el recorrido del opuesto y al zambullirse en el codo de la calle 41, el conducido por el jockey Lautaro Balmaceda mantenía medio cuerpo de luz sobre Código Postal, ambos muy separados del resto de los rivales. Con Storm Sound teniendo cerca a Código Postal completaron el recorrido de la elipse y al ingresar al derecho lo hizo mejor pisado el favorito que en el envión le sacó largo y medio a su contrincante. En el camino a la definición, el puntero siguió sumando ventaja a su favor que al momento de cruzar el disco se transformaron en siete largos sobre Código Postal que por cuatro cuerpos dejó tercero a Adorado Rim.

Por último, el ganador vino en 24s.65/100; en 47s.38/100 y en 1m.11s.48/100 hasta completar el excelente registro de 1m.36s.13/100 para los 1.600 metros de pista normal.

Se accidentó un jockey y no había donde internarlo

Tristísimo y lamentable lo que ocurrió ayer en el hipódromo de La Plata tras la rodada del jockey aprendiz Juan Pintos en el ingreso a la recta, durante la disputa de la 8va. carrera. Trasladado al Servicio Médico se constató que tenía fractura de cadera y de un par de costillas, entre otras lesiones, que le dificultaban la normal respiración. Con la premura del caso fue trasladado al Hospital Gutiérrez, donde “en teoría” y según lo arreglado por la Administración iban a contar con camas disponibles para el uso de las mismas en caso como el ocurrido.

La sorpresa fue que en dicho nosocomio no fue atendido el jinete “porque no había camas”. De esta manera, y con las lesiones sin recibir atención, Juan Pintos debió ser trasladado en la misma ambulancia al Hospital San Martín.

Todo muy doloroso. Pero la triste realidad es que los jockeys viven exponiendo sus vidas sin saber si les ocurre algo- como en este caso- van a ser atendidos. Y lo más irritante es que, al momento del hecho no había nadie en las oficinas de la Administración. Se hizo cargo la Comisión de Carreras, que tampoco logró ni comunicarse con Mariano Cowen. Ni el nombrado, ni el gerente hípico ni los asesores pagos, dieron señales de vida. Todo muy lamentable lo que ocurre en el Hipódromo de La Plata. Y este es un lamentable ejemplo.

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