Game of thrones empieza a despedirse
14/03/2017 - 03:27hs
El músico platense se encuentra inmerso en la producción de lo que será su próximo disco, que contará con la participación de notables artistas como Shaman Herrera o Sofía Viola y Charo Bogarín, del dúo Tonolec
Al terminar el colegio secundario, Diego Martez decidió que su profesión estaba destinada al séptimo arte. Si bien se crió en un hogar en donde la música estaba presente, este muchacho quiso transitar otros caminos posibles. Con el transcurso del tiempo, y con algunas malas experiencias encima, notó que su interés por la escritura, la composición y las melodías crecía notablemente. De esta manera, abandonó la facultad para dedicarse a escribir una canción tras otra y así la música fue la única disciplina que no pudo dejar.
En la actualidad, Diego reparte sus horas entre la producción de su nuevo trabajo discográfico, las presentaciones con su repertorio de siempre y la docencia, ya que brinda clases de canto. Durante una charla con Hoy, el artista se expresó sobre su carrera artística y brindó detalles íntimos de su quinto álbum, que sacará el próximo mes de mayo.
—¿Qué mirada tenés sobre la escena cultural actual?
—Considero que estamos en una situación importante y hay que hacerse cargo de eso, te vaya bien o mal en la escena cultural. La Plata tiene artistas muy buenos, pero en todos los casos, y seguro lo dirán de mí también, hay una suerte de pose que sería bueno que se reviera. Por ejemplo, hace 18 años, empezaron los músicos de El Mató a un policía motorizado y hoy en día continúan vigentes porque se renovaron. Entonces me parece que esta escena tiene un montón de cosas hermosas, de gente que quiere trabajar para que la ciudad y su trabajo crezca.
—¿Cuál es tu opinión sobre la autogestión?
—Creo que es otro estilo de vida. En nuestro caso, trabajamos para que todo lo que generamos sea importante para nuestra propia cultura, para la ciudad que habitamos y nos interesa también viajar mostrando este arte. La autogestión se inicia desde la planificación delante de una compu hasta cuando se sale a recorrer la calle. Es importante que, en cualquiera de sus manifestaciones, la autogestión siga para adelante y que continúe bien pregnante. Hay que reconocer que es algo que está pasando, tiene que ver con la fuerza natural que tiene un artista para llegar y encontrar el camino a seguir. Hace algunos años que no estoy en todas las aristas de la autogestión, porque lo que me supera trato de delegarlo, pero creo que es muy importante y que no es negativo; es algo que surge naturalmente para hacer las cosas porque otros no te las dan o porque es difícil. Hay que hacerse cargo de las cosas, quizá es algo básico, pero es eso.
—¿Cuál es la estética narrativa del nuevo disco? ¿Qué podés adelantarnos?
—Se llamará Lo perdido y, en comparación con mis otros trabajos, cambia la estética. Se corre de lo naif y se transforma en un folclore. Siempre fui partidario de este género, porque para mí es una especie de puntada al corazón y al alma. Una de las personas que me acompañó en la producción fue Shaman Herrera, así que charlamos mucho sobre esta impronta “oscura” que tiene el álbum. Trata sobre historias de pérdidas y encuentros con otras personas, con el amor, con uno mismo, sobre la pérdida de la inocencia, la llegada de la adultez. También la falta física de amigos que ya no están más, en cualquiera de sus formas, familiares que se fueron, e ideas y ciudades que uno pensaba antes. De los discos que hice, este es el que más disfruté y para mí es el mejor. Hay invitados como Sofía Viola y Charo Bogarín de Tonolec, entre otros. Estoy muy contento, y en mayo saldrá un adelanto audiovisual.