Woodstock podría ser patrimonio histórico
22/12/2016 - 01:17hs
Tras las denuncias de robo y agresiones, avanza la causa que pesa sobre el ídolo teen, quien en agosto pasado se había negado a responder las preguntas de los abogados durante una declaración indagatoria vía Skype
Los problemas de Justin Bieber parecen acrecentarse con el paso del tiempo. A sus aires de divo y sus ataques a fanáticos, ahora se le suma el procesamiento por una causa en nuestro país que pesa sobre su cabeza. El cantante canadiense deberá probar que es inocente del delito del que se lo acusa: ser parte del hecho ocurrido en noviembre de 2013, donde el fotógrafo Diego Pesoa habría sido golpeado por sus custodios.
El procesamiento, dictado por el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N°43 a cargo del juez Alberto Baños, es sin prisión preventiva y llega luego de las expectativas que se habían generado en torno a la declaración indagatoria de agosto pasado. Dicha instancia se desarrolló mediante videoconferencia, en la que el cantante habló poco y con respeto, pero se negó a responder las preguntas de Matías Morla y Víctor Stinfale, los abogados de Pesoa y del boliche INK, donde ocurrió el episodio.
En este aspecto, Morla fue muy duro sobre el ninguneo del ídolo pop para con la causa, y aseveró que Bieber no podía venir al país porque “estaba con mucho trabajo”. “Dice que no puede salir de Canadá y después hace una gira para 46 países. Piensa que en la Argentina somos indios, que no hay seguridad jurídica; por eso escupe la bandera y nos falta el respeto”, se quejó el letrado.
El hecho en sí tuvo lugar en 2013 en el boliche INK, ubicado en Palermo. Ahí, Bieber habría instigado a su equipo de seguridad a sacarles los celulares a personas que lo habían filmado y luego volver a entrar a la disco. Allí, los empleados de Justin habrían roto equipos de cámaras de seguridad.
Además, se acusa al personal del músico de haber golpeado a Pesoa que buscaba retratarlo. Esa noche, Justin volvió al hotel Faena y trascendió que causó destrozos en su habitación. Se fue del lugar y ese mismo día canceló el segundo recital que daría en la Argentina, por lo que sus fans quedaron desconsolados.
Cabe destacar que a este hecho se sumó otro en marzo de este año cuando Bieber tuvo una reacción que indignó a muchos. En la puerta de un estacionamiento en Nueva York, abrió la ventana de su camioneta y saludó a sus fans. Una de ellas le alcanzó la bandera argentina, él la vio y la dejó caer al piso despectivamente.
Ahora habrá que ver cómo sigue esta historia y qué acción tomará el equipo de abogados del cantante.