Las Armas Buenos Aires, el grupo platense que fue revelación nacional

Joaquín Inza y Ramiro García Morete (Mister) hablan tranquilos y seguros. Los avala el gran trabajo hecho hasta ahora con este grupo al que llamaron Las Armas Bs. As. para trascender la endogamia del círculo platense, pero sin renegar de este. Ezequiel Gómez Santa María es el otro integrante de la banda que en 2014 fue elegida como la revelación nacional. Tres años más tarde, insertos en el circuito under que rodea a la Capital del país acaban de editar un simple adelanto de su nuevo disco con los temas La policía emocional y El hit del momento. 

Según le contaron a este medio Inza y Mister, este año lo cierran con expectativas luego de haberse presentado en importantes espacios y festivales como el Provincia Emergente y de haber sido protagonistas del documental A lo mejor tienen diferencias irreconciliables que el gran público no conoce, que sigue su historia, y la de sus colegas de La teoría del caos y Los valses. 

—¿Qué traen entre manos con este nuevo disco que van a presentar oficialmente en abril?

Mister:—Se está terminando, yo ya grabé las últimas voces. Por la etapa del año en la que estamos no queríamos correr contra el tiempo, era muy tarde para presentarlo y muy temprano después (por enero). No vamos a tocar hasta el año que viene porque era una urgencia completar el disco. Presentamos dos temas de adelanto que son un recorte bastante introductorio, pero a la vez sesgado del resto. El disco sigue el soul, el blues y el rock and roll, pero de forma más concreta. El anterior era más onírico, tenía más texturas. 

—¿Cuánto influye fin de año en las bandas locales y el comienzo?

M:—Considero que no estamos jugando ningún campeonato, uno reparte y arroja botellas al mar. A la vez, consideramos que no tiene sentido sacar un disco el 1º de enero, pero no sé cuánto hay en eso con respecto a las reglas. Obviamente, en esta época hay una merma y lo más difícil es lidiar con las propias ansiedades porque nos gusta tocar. Todo frena un poco en el verano y a la vez se recargan energías. Es un buen momento para grabar para los músicos. O te vas de gira o te quedás en un estudio.

—¿Existe la posibilidad de irse de gira?

Joaquín Inza:—Con Las Armas esto siempre ha sido muy esporádico, no hay un lugar fijo a dónde ir. Proyectos hay muchos, pero después algunos se concretan y otros no.

M:—Estamos en un punto intermedio en el que surgen oportunidades que no podemos costear, porque no podemos dejar nuestros trabajos, aunque está bien que uno quiera difundir. Nos manejamos mucho por el circuito porteño y alrededores. Con las redes se divulga mucho, hemos tocado en espacios amateurs, en festivales y esos son canales que se abren. Estamos en esa etapa, en la que depende el día que sea podemos ser considerada una banda nacional y a la vez no podemos costear una gira. Fuimos revelación nacional cuando no habíamos ni sacado el disco y a la vez no tenemos plata para viajar.

—¿Qué tiene el circuito platense que puede envidiar Capital?

M:—Hay un gran mito, nuestra banda tiene una mirada que trasciende La Plata, somos Las Armas Buenos Aires. Es una cuestión demográfica: mucha gente en poco espacio y las universidades, lo que se sabe. Lo bueno es que se genera un micromundo: podés tener un público sin que te avale el circuito porteño, algo que por ahí no le pasa a una banda de Salta, por ejemplo. Está bueno siempre que no se caiga en la endogamia, esta es una ciudad hermosa para escuchar y aprender de música. Pero, si te sumís en un universo chiquito no crecés. El valor agregado que tiene es que hay tantas bandas en el mismo lugar, que no hay un estilo que domine y una lógica de intentar hacer algo que se distinga del resto, una arrogancia bien entendida que para mí es esencial para hacer rock and roll o música. Cuando esa arrogancia se pasa de la raya… Bueno. 

—¿Cómo ven la escena en torno a los lugares que se abren y se cierran?

JI:—Este año dieron un pequeño respiro o quizás metieron mejor el tema debajo de la alfombra, pero no significa que haya dejado de suceder. Si algo tiene Buenos Aires que envidiarle a La Plata son los centros culturales, por una cuestión geográfica. Si acá eliminás eso, matás la raíz.