Cine, televisión, teatro, streaming; no hay medio que haya dejado sin trabajar este artista que, en breve, será declarado personalidad destacada de la cultura por la Legislatura porteña.
Dueño de una carrera exitosa, Rudy Chernicof se acerca por segunda vez al streaming con El Señor del baño sin barbijo, este 25 de septiembre a las 21 por TicketkLive. El recordado show se adapta a la pandemia y por eso diario Hoy habló con el artista.
—¿Cómo fue adaptar esta obra emblemática al streaming?
—Me llamó la productora Taboada y me propuso hacer la versión online de El Señor del baño. Yo que ya la hice por todo el país, en italiano, francés y portugués, me di cuenta de que era una buena oportunidad de hacerla por streaming, una nueva manera y muy loca de trabajar. Este es mi segundo show, hago un juego con el espectáculo y las andanzas del señor del baño por el mundo, y la novedad es que toco el piano y canto.
Cuento algún chiste de algún cliente del baño y hago una canción alusiva, por ejemplo, a un borrachín le cuento un chiste de un borracho y le canto, lo mismo con un niño, que le canto Manuelita o a un loco Balada para un loco. Además es “sin barbijo”, refiriendo a algo de este momento y creo que después de la pandemia la buena gente será mejor y la mala gente será peor, no veo otra cosa.
—¿Es difícil mantenerse vigente?
—Me lo pregunto todo el tiempo, es la necesidad de laburo y sobrevivir, sin depender del establishment, que me llamen o no me llamen. Hace dos meses me llegó la información de que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires me declarará personalidad destacada de la cultura, que me lo darán cuando se termine esto. Yo sigo, nunca me di cuenta de cómo se me ve de afuera.
Ahora que me preguntás esto, la respuesta es que trabajo mucho, ensayo mucho, todas las mañanas hago una rutina de ejercicios que me permite luego estar una hora y media hablando, tocando el piano, yendo de un lado para otro. Soy un resiliente permanente, he tenido altos y bajos, nunca abandoné, nunca lo pensé, no sé hacer otra cosas, adoro lo que hago y tuve maestros maravillosos
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—Uno te asocia al humor, el teatro, televisión, pero en cine estuviste en títulos claves con una fuerte impronta dramática y política…
—En el cine dependés de que te llamen, y en cine hice más cosas dramáticas que comedias: Bairoletto, Juan que reía, La tregua, Noches sin lunas ni soles. En humor: Hotel de Señoritas, dirigida por Erique Dawi, que luego haría Adiós Roberto, protagonizada por Carlos Calvo y Victor Laplace, primera película argentina que se animó a hablar de la homosexualidad. Yo soy mejor actor dramático que cómico pero no mucha gente lo sabe.
—Una verdadera pena…
—Fijate que casualidad que viví cuatro años en París donde hice El Señor del baño en francés, pero terminé haciendo obras de Chéjov y Pinter. Ahora estoy ensayando una obra con partes dramáticas. Recientemente grabé Oración a Marilyn Monroe, de Ernesto Cardenal, para la TV Pública en el ciclo que tienen Cecilia Laratro y Adriana Varela, Quedan los artistas.
Con La Plata me une una cosa muy hermosa, trabajé muchísimo allí, en el Teatro Ópera, hice mucho La nona, tuve una relación familiar. Quiero mucho a la ciudad de La Plata.