“Sandro era alguien con valores y con un sentido absoluto del honor”

En 1996, la cronista televisiva Graciela Guiñazú entrevistó a Sandro por el estreno de un show. De esta manera, la por entonces movilera inició un camino de coberturas que le permitieron acceder a la intimidad del ídolo de la canción, al misterioso hombre detrás de la fama y a su excéntrica mansión de Banfield. Así, en el lapso de una década, fue la comunicadora que más notas le realizó al Gitano. 

Tiempo después, y con el aval de editorial Planeta, la periodista puso manos a la obra y escribió una biografía sobre Roberto Sánchez. Una vez que el libro salió a la luz, despertó el interés de una productora que contrató a la autora para adaptar la obra literaria en una miniserie de trece capítulos que contará la vida del artista. El relato audiovisual, que inicia con su incursión en Los de Fuego y llega hasta sus últimos momentos de vida, contará con la dirección del cineasta Adrián Caetano, tendrá un elenco estelar y se estrenará en marzo próximo.  En diálogo con este medio, Graciela Guiñazú habló sobre las anécdotas vividas junto al ídolo. 

—¿Cómo iniciaste el proyecto del libro y la serie?

—Yo lo llamaba don Sánchez. Él me permitió que lo conociera desde todos los lugares posibles. Así, poco a poco, escribí todo lo que supe de su vida y lancé el libro. En este contexto, surgió la propuesta de la miniserie y trabajé junto al director Adrián Caetano en los guiones. Es una experiencia que nunca olvidaré, porque tiene una forma de mirar e interpretar a Sandro que es bien diferente.  

—¿Qué hay de cierto sobre los romances con María Martha Serra Lima y Tita Rouss, la exesposa de Albero Olmedo?

—Tita sanó su corazón y fueron novios durante cinco meses. Era la primera vez que, ya de grande, Sandro blanqueaba una relación. Cuando el vínculo llegó a su fin, él se fue a grabar una novela a Puerto Rico. En cuanto al affaire con la cantante María Martha Serra Lima, ella habló de eso en un programa de televisión. Sin embargo, cuando le pregunté a él, dijo que fueron muy amigos. Lo cierto es que ambos grabaron una canción que habla del amor, dejando la pregunta sin respuesta. 

—¿Qué vínculo construiste con Olga Garaventa, la segunda esposa del astro?

—Mantenemos una relación de amistad. Todo lo que él me contó sobre este amor pude verlo en Olga. Si uno ve cómo está la casa, con el amor que la cuida, se observa el respeto que ella tiene hacia la figura de Roberto . 

—¿Qué pensás sobre la aparición de la supuesta heredera, Sandra Borda? ¿Hablaste con Sandro sobre la paternidad?

—Lo hablamos. Yo estoy convencida de que, como periodista, hay preguntas que uno debe hacer. Muchas veces se rumoreó que él fue padre. Sandro era alguien con valores y con un sentido absoluto del honor. Tenía un valor fuerte en su palabra. Él dijo que jamás mentiría con algo así. También expresó que si hubiera tenido un hijo se habría hecho cargo y llevaría su apellido. 

La causa judicial inició cuando él estaba vivo y dijo lo necesario ante su apoderado. En el libro están las declaraciones para que cada uno saque sus conclusiones, más allá de mi subjetividad, que claramente no la oculto. No creo que un estudio de ADN privado pueda estar viciado o no ser totalmente claro, pero no es legal. Sin embargo, Roberto le dijo a su apoderado: “No es mi hija, pero para que ella se quede tranquila, que se haga ese ADN”. Entonces no tiene ningún sentido imaginar una conspiración para que el resultado diera diferente a lo que dio. La Justicia ordenó la exhumación y es imposible pensar que haya un complot de esta naturaleza simplemente para decirle que no es el padre.