“Valoro la habilidad del fotógrafo para reconocer los momentos importantes”

Así lo aseguró Will von Bolton, un profesional que cubre principalmente recitales de música. En diálogo con este medio, habló de su trabajo y del libro de aforismos que está por editar

Hace casi diez años, Will von Bolton se convirtió en fotógrafo y comenzó a trabajar en  recitales con bandas como R5, Bowling for Soup, o el músico Leon Bridges. Sin embargo, el oriundo de Dallas creyó que algo faltaba en su vida, y así recordó una frase que un amigo siempre le repetía: “Sé positivo, agradable y atento”. 

Entonces, entendió que “si con una frase se cambia la mente de una persona, una colección te puede reprogramar como si fueras una computadora”. Así nació Loophole to happiness (Escapatoria a la felicidad), un libro de aforismos que presentará en enero. En diálogo con Hoy, von Bolton habló de sus pasiones: la fotografía y la escritura.

—¿Dónde te gusta poner el foco como fotógrafo musical?

—Es muy interesante ver cómo hace un profesional y quienes lo rodean para manejarse cuando están presionados, cómo afecta lo que están haciendo y esas cosas. Siempre te enseñan algo nuevo. Me gusta todo tipo de fotografía, pero captar a una persona que es muy buena en lo que hace, en la zona que se genera cuando se olvida de que hay gente a su alrededor, es hermoso.

—Hoy en día parece que todo el mundo con una cámara y una red social se vuelve fotógrafo. Como profesional, ¿qué opinás de esto?

—Vivir de la fotografía no es tan fácil como solía ser, pero que haya mucha gente que pueda hacerlo nos obliga a ser mejores. Valoro la habilidad del fotógrafo para reconocer los momentos importantes. Sugiero amigarse con la cámara antes que ser un fotógrafo.

—¿Cuando nació la idea del libro?

—A los 25, empecé a escribir premisas para hacer la vida más llevadera. Un amigo, Peter Katz, me repitió una frase que su padre siempre le decía: Sé positivo, agradable y atento. Esas palabras me cambiaron la mente. Imprimí 75 borradores y se los di a mis amigos más cercanos. Cada conversación que tuve, hasta que lo terminé, me ayudó.