Científicos argentinos salen a la caza de “estrellas compactas”
Son las denominadas “púlsares” que emiten radiación electromagnética y permiten estudiar una variedad. de fenómenos
Son las denominadas “púlsares” que emiten radiación electromagnética y permiten estudiar una variedad. de fenómenos
23/12/2020 - 00:00hs
Las maravillas del espacio no dejan de ofrecer material de estudio constante para comprender con más detalle cómo funciona el Universo. Por eso, un grupo de científicos argentinos del Conicet salió a la caza de unas “estrellas compactas”, denominadas “púlsares”, que emiten radiación electromagnética y permiten estudiar una variedad de fenómenos.
Las y los becarios en el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) trabajaron en conjunto con el Instituto de Tecnología Rochester de Estados Unidos, y elaboraron un informe que da cuenta de los resultados del seguimiento que hicieron sobre uno de los “púlsares” más brillantes y cercanos, que está a
500 años luz de la Tierra, y que solo es visible desde el hemisferio sur.
Estas estrellas giran sobre sí mismas a una gran velocidad alcanzando las mil veces por segundo, lo que genera ondas de radio. A partir de dichos eventos se puede trabajar sobre la investigación de, por ejemplo, las ondas gravitacionales.
“Son muchos los equipos a nivel mundial dedicados al estudio de las ondas gravitacionales. Pero por estar ubicados en el hemisferio norte, sus observaciones tienen un punto ciego al que no pueden acceder. Nuestra idea es usar la posición privilegiada que tenemos para proveer de observaciones de alta precisión temporal sobre estos púlsares que solo pueden verse desde el hemisferio sur”, manifestó la investigadora Valentina Sosa Fiscella.
En ese sentido, para salir a la búsqueda de los “púlsares” hicieron uso de dos radiotelescopios de 30 metros de diámetro que funcionan en el predio del IAR, ubicado en el Parque Pereyra Iraola. Esos radiotelescopios tienen varias décadas de vida, pero fueron reparados y puestos en funciones nuevamente en 2017 luego de estar muchos años en desuso.
Para llegar a las conclusiones hicieron un trabajo que demandó más de 700 horas de observación, así lograron avanzar sobre los primeros pasos para dar cuenta de la sensibilidad con la que detectan ondas gravitacionales.
“Estas son motivo de interés para la comunidad científica internacional y su presencia nos da información de cómo fue la formación de galaxias y las primeras estructuras del universo”, especificó Santiago del Palacio, otro de los miembros del equipo.
El estudio será publicado en la revista internacional The Astrophysical Journal, por lo que el grupo destacó que “estos resultados contribuyen al crecimiento del grupo, nos ponen en el radar internacional demostrando que tenemos la posibilidad de aportar nuestro granito de arena en el estudio de estos objetos, y vuelve a colocar al instituto y a sus antenas en escena”.