La hermana de Kim Jong-un amenazó a Corea del Sur
Se refirió a sus vecinos como el “enemigo” y repitió la advertencia de que Seúl pronto será testigo del cierre de la oficina de enlace norcoreano.
Lautaro Herrera vivió durante un decenio en La Plata antes de emigrar. Ahora lleva casi dos años trabajando en Nueva Zelanda.
14/06/2020 - 00:00hs
Lautaro Herrera llegó a La Plata desde el sur, cuando tenía 17 años. Durante más de un decenio vivió, estudió y trabajó en la ciudad, hasta que, a los 28 decidió que quería viajar y conocer otros lugares. En casi 4 años, junto a su compañera Magdalena Presa, recorrieron Dinamarca, parte de Europa y el sureste asiático.
“Soy periodista pero hoy comunico desde otro lugar: desde la cocina”, contó Lautaro a diario Hoy. “En Dinamarca empezamos a meternos en el mundo de la cocina, trabajando en hoteles. Nos fuimos de la Argentina con un montón de deudas, y, en Dinamarca, tuvimos buenos trabajos. Tanto que pudimos pagar las deudas y dedicarnos a viajar durante 9 meses sin tener que laburar”, relató.
En septiembre de 2018 llegaron a Nueva Zelanda y vivieron los primeros meses en una isla llamada Waiheke, frente a Auckland, una de las ciudades más importantes del país. Allí había una comunidad muy grande de argentinos. “Nos dimos cuenta de que estábamos en una pequeña Argentina y no estábamos aprendiendo nada de inglés, hablábamos todo el día español”, contó Lautaro. Luego recalaron en Wellington, la capital neozelandesa.
El 25 de marzo de este año, cuando ese país registró los primeros 50 casos de coronavirus, la primera ministra Jacinda Ardern habló para sus habitantes. “Yo tenía pensado ir al supermercado cuando la primera ministra dijo que en 48 horas íbamos a entrar en cuarentena. Después de eso el supermercado colapsó, hubo mucha gente, manos por todos lados agarrando cosas. Fue muy loco vivir todo eso”, contó.
Esta semana el Gobierno de Nueva Zelanda anunció que el último paciente afectado por el coronavirus estaba curado; desde el lunes la ciudadanía pudo movilizares sin restricciones, hacer deporte, organizar reuniones sin limitaciones en el número de asistentes y llevar a cabo viajes domésticos.
“Rápidamente se observó que todos los casos venían de afuera y se tomó la decisión de cerrar las fronteras”, explicó Lautaro sobre el éxito del modelo neozelandés. “Hubo un Estado muy presente que contuvo la actividad pública y privada. Yo trabajo en el sector privado, y el Estado me pagó el 80% del sueldo”, sostuvo. Además, aseguró que la condición geográfica del país también favoreció la liberación del virus.
Cocina neozelandesa con gusto platense
“Nunca me imaginé con un cargo en cocina sin haber estudiado cocina”, reveló Lautaro Herrera, que ostenta el cargo sous chef en el Café Nikau (que significa ‘palma’ en maorí). “Lo que más sale son los desayunos con bacon y huevos; y kitcherie, un plato típico que se hace con arroz y pescado ahumado”, completó.
Sobre el futuro en Wellington, el platense por adopción dijo: “En La Plata teníamos un proyecto llamado La Linda Pastas Caseras, y estamos viendo la posibilidad de armar lo mismo acá. Empezamos a prepararnos para largar La Linda acá, en Nueva Zelanda. Ya compartimos con amigos una producción, para que nos den una devolución sobre el producto. Y en uno o dos fines de semana, nos largamos”.