Como cada 2 de abril, se realizaron actos conmemorativos para honrar la memoria de los caídos y excombatientes de Malvinas
En el Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas se realizaron actos conmemorativos en diversos puntos del país. Esta vez, sujetos a protocolos sanitarios por la pandemia de coronavirus. El acto central se realizó en la Plaza de Armas del Edificio Libertador y, en nuestro distrito, tuvo lugar en la Plaza Malvinas Argentinas, al amparo del Centro de ex-Combatientes Islas Malvinas La Plata (Cecim) y con la participación de diversos integrantes de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).
En Brandsen, por ejemplo, la víspera del nuevo aniversario comenzó con la clásica vigilia de los veteranos. “La hacemos en un lugar que nos donó el ferrocarril”, dice Bernardo Cingolani, uno de los veteranos y agrega: “A las once y poquito vamos apareciendo por ahí, en ese lugar de encuentro que tenemos.
Esperamos para honrar a los verdaderos héroes, que son los que quedaron allá. La vigilia es un momento muy fuerte para nosotros”.
Ayer a la mañana, los veteranos se acercaron con sus familias hasta el Museo Histórico de Brandsen. El intendente Oscar Daniel Cappelletti ofreció unas palabras y dos excombatientes donaron al museo las banderas con tierra del Cementerio de Darwin que trajeron en 2010 después de su viaje a las islas. Con tapaboca y distanciamiento social, el acto siguió con el Himno Nacional Argentino, la Marcha de Malvinas y las palabras de algunos asistentes.
“Son muchas cosas que te van pasando desde que te despertás hasta que te acostás”, cuenta Cingolani, sobre la vivencia de cada 2 de abril, y agrega: “Es un sabor agridulce. Son muchas sensaciones juntas, muchos sentimientos. A veces te juegan en contra, pero al estar contenido con la familia tenés muchos puntos a favor. Gracias a Dios que tengo a mi señora, que siempre está al lado mío, a mis hijos, mi nuera, mi yerno, mis hermanas, mi cuñada. Toda mi familia. Desde hace unos años, el día a día es… uno se va poniendo más grande y a la vez más flojo, ¿no? Trato de superarlo. Igual, cuando escucho aviones, me hace ruido. Cuando escucho las motos, me hacen ruido. Me traen recuerdos. Y es duro. A veces es duro. Pero la tratamos de llevar, como tantos otros. Para mirarle el lado bueno, tengo muchos amigos en los que apoyarme. Que me llaman, nos mandamos mensajes durante el año. Eso nos da el día a día para pelearla y seguir llevándola. Hace unos años iba a escuelas a dar charlas y ese tipo de cosas nos hacen bien a nosotros”.
En marzo del 2010, Cingolani y un contingente de veteranos de excombatientes de la guerra fueron convocados por el municipio de La Plata para realizar un viaje hasta las Islas Malvinas con motivo del aniversario número 28. Diez días en el archipiélago para recorrer los puntos clave del conflicto y las señalizaciones personales de cada veterano. “Yo viajé con mi hijo que, en esa época, tenía 18 años, como cuando yo fui a Malvinas”, recuerda Cingolani. “Se lo comenté y ni lo dudó. Fue una linda experiencia.
Un capítulo dentro de todo medio cerrado, que fue ir a vivir y revivir todas las cosas que nos pasaron. Recorrimos el cementerio, las islas y las posiciones de cada uno en el 82, siempre vigilados por los que estaban ahí. Por otra parte, medio incómodo. Estábamos en silencio, pero igual veíamos caer las bombas”.