Un fin de semana para disfrutar del patrimonio arquitectónico
18/03/2017 - 00:51hs
Tras el paro decretado el jueves, luego de que choferes de la línea Este amedrentaran a conductores de otras empresas, ayer se reanudó el servicio, con custodia policial y operativos de seguridad
Tras la noche tensa del jueves, cuando un grupo de choferes de la línea Este trasladó su protesta desde la terminal de Ruta 11 y 610 al centro de la ciudad, en la mañana de ayer, finalmente se reanudó el servicio de colectivos en la región: no solo para la Este y la 520, sino también para la 307, Oeste, 506, 202, 214 y Norte.
No obstante, se hizo en medio de un fuerte operativo de seguridad, sobre todo en los ramales de las unidades que unen Villa Elvira con el Casco Urbano, que circularon con custodia prestada por la Policía Local, según confirmaron a diario Hoy voceros de la empresa Expreso La Plata.
También, los efectivos se apostaron en la cabecera de Ruta 11, que entre el lunes y el jueves estuvo tomada por menos de una decena de trabajadores que impidieron la entrada y salida de los micros con los que a diario se trasladan 70.000 usuarios.
El jueves, cuando la Justicia hizo lugar a la presentación realizada por la Municipalidad y ordenó el desalojo de la terminal, los manifestantes llevaron sus denuncias por despidos a 7 y 50, donde se desató el caos que obligó a la UTA platense a decretar el paro: amenazas, pinchaduras de neumáticos y destrozos en algunos coches configuraron el escenario.
El nerviosismo también estuvo en el aire de la jornada de ayer, ya que, según afirmaron desde la empresa, el mismo grupo, reunido en las inmediaciones de Plaza San Martín, seguía con las “amenazas a la gente que trabaja”, lo que obligó a varias unidades a desviarse de su recorrido y a mantener la presencia de personal policial.
Frente a este panorama, desde el Ejecutivo local aseguraron que los operativos de seguridad “se mantendrán el tiempo que sean necesarios para llevar tranquilidad a los choferes y vecinos que viajen”.
De acuerdo a la versión de la compañía sobre los motivos del conflicto, las cesantías se debieron a cuestiones “disciplinarias”, mientras aseguraron que los empleados que reclamaron trabajan “regularmente”. En tanto, quienes ayer continuaban con la protesta esperan “un telegrama para volver a los puestos de trabajo”.
Hasta anoche, y pese a que las unidades volvieron a circular, aún reinaba la incertidumbre, ya que, desde la propia concesionaria de la línea Este admitieron no poder dar garantías sobre hechos que los exceden, como son las amenazas. Y sostuvieron que: “Por ahora se trabajará con cautela y precaución”.
Tras una semana de conflictos, los platenses esperan que la situación encuentre su cauce definitivo y no se repita lo ocurrido el año pasado, cuando una medida de fuerza similar dejó a miles de vecinos a pie durante casi un mes.