Después de que la cápsula Soyuz sufriera una fuga de refrigerante mientras estaba acoplada al puesto orbital, Roscosmos trabaja en un nuevo plan. Todas las caminatas espaciales programadas, mientras tanto, acaban de ser canceladas.
Tal como acaba de ser oficializado a través de un comunicado, la agencia espacial rusa Roscosmos está considerando un plan de rescate para enviar una nave espacial vacía a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) y traer de vuelta a la Tierra a tres cosmonautas antes de lo previsto. La situación se da después de que la cápsula Soyuz, en la que planeaba regresar la tripulación, sufriera una fuga de refrigerante mientras estaba acoplada al puesto orbital.
Mientras se toma una determinación, tanto Roscosmos como funcionarios de la NASA confirmaron en rueda de prensa que continúan investigando cómo pudo sufrir un pinchazo la línea de refrigerante del radiador externo de la cápsula, justo en el momento en el que dos astronautas rusos se preparaban para una caminata espacial de rutina. La semana pasada, Sergei Krikalev, jefe de programas espaciales tripulados de Rusia, dijo que la fuga podría haber sido causada por el impacto de un micrometeorito. Sin embargo, aún se barajan otras opciones, como un fallo de hardware o el impacto de una pequeña pieza de basura espacial.
Producida el pasado 14 de diciembre, la fuga hizo que los controladores de la misión en Moscú cancelaran la caminata espacial, mientras una transmisión en vivo de la NASA mostraba lo que parecía ser una ráfaga de partículas similares a copos de nieve que salían de la parte trasera de la nave espacial Soyuz. La fuga duró horas y vació el radiador de refrigerante, utilizado para regular las temperaturas dentro del compartimiento de la tripulación de la nave espacial. La NASA confirmó que ninguno de los tripulantes de la ISS estuvo en peligro por la fuga.
Sergey Prokopyev y Dimitri Petelin, los cosmonautas que estaban preparados para la caminata espacial en ese momento, habían volado a la ISS a bordo de la cápsula Soyuz MS-22, ahora dañada, junto con el astronauta estadounidense Frank Rubio en septiembre. Originalmente, debían volar de regreso a casa en la misma nave espacial en marzo, pero Krikalev y el gerente del programa ISS de la NASA, Joel Montalbano, dijeron que Roscosmos los devolvería a la Tierra dos o tres semanas antes si los funcionarios espaciales rusos deciden lanzar una cápsula vacía para recuperar a la tripulación.
Otros cuatro miembros de la tripulación de la ISS, dos más de la NASA, un tercer cosmonauta ruso y un astronauta japonés, también habían viajado a la ISS pero en octubre, a bordo de una Crew Dragon, la nave de SpaceX contratada por la NASA para enviar a sus astronautas a la estación espacial. De momento, ellos también permanecen a bordo, con su cápsula estacionada en la estación.