Este viernes La Plata tiene una cita con el terror

Un thriller lleno de tensión donde tal vez lo más terrorífico no sean las truculentas muertes, sino la fragilidad psíquica de uno de los personajes centrales”: así define Nicolás Fábrega su última novela, El camino de los cadáveres, que presentará este viernes a partir de las 18 en el Palacio López Merino, ubicado en 49 entre 12 y diagonal 74 de la ciudad de La Plata, con entrada libre y gratuita.

La obra, de 411 páginas y editada por Autores de Argentina, arranca con la misteriosa desaparición de una niña de cinco años dentro de una juguetería repleta de gente. El problema es que nadie más que la madre la vio entrar. Hace su irrupción entonces un particular comisario, que arrastra sus propios fantasmas –literales– del pasado, un pasado al cual le escapa después de haberse manchado de su sangre. Y la sangre de sus allegados.

“La narración es dinámica, detallista y minuciosa, y te va empujando a través de una acción in crescendo”, contó Fábrega, de 39 años y nacido en la ciudad de La Plata. “De repente, nada es lo que parece y no hay personas inocentes. O sí. Pero todas dan la sensación de esconder algo”, añadió.

El autor, quien además es periodista del área de policiales y trabaja desde 2013 en ­diario Hoy y la Red 92, admite que “al principio me costó ponerle un género a la novela porque tiene varios pasajes de terror, de suspenso y policial, hasta que Adriana Rucci, profesora de Literatura que presentará la obra y fue una de las primeras lectoras del borrador, dio con el correcto. Es un thriller al que no le faltan crímenes, misterio, horror ni una profunda investigación”.

Adicto a Stephen King

Fábrega agregó que “si bien la intención es horrorizar al lector, también hago hincapié en lo rápido que puede resquebrajarse la mente humana, algo que le ocurre, por ejemplo, a Jack Torrance en El resplandor (un ­clásico de Stephen King llevado al cine por Stanley Kubrick y protagonizado por Jack Nicholson)”.

La referencia del escritor platense con el estadounidense no es casual, ya que se considera “un adicto a su trabajo: leo, desde mis 13 años, cada uno de sus cuentos y novelas, hasta la última, que sacó a principios de octubre. Claro que también consumo, y con placer, otros autores como Joël Dicker, C. J. Tudor, Joe Hill, Stephen Chbosky y, a nivel nacional, Guillermo Martínez y Sergio Olguín. Además, acabo de terminar la saga completa de Harry Potter, que comencé a leer este año tras haberme mostrado escéptico al principio”.

La trama de El camino de los cadáveres transcurre en Ciudad Bella, un pueblo que “de ficticio y bello no tiene nada”, aclara el escritor. “Se trata de una localidad del partido de La Plata que bien podría tratarse de City Bell. De hecho, la recrea casi perfectamente, al menos al City Bell de los 90 y principios del siglo XXI”.

Años atrás, Fábrega había publicado una compilación de cuentos y esta es su primera novela editada, mientras que está trabajando en una segunda compilación y en otras dos novelas “ya culminadas y directamente relacionadas al género del terror, que espero que salgan pronto a la luz”.

Una truculenta exposición de fotos

Más allá de la presentación en sí de la novela El camino de los cadáveres este viernes a partir de las 18 en el Palacio López Merino, habrá también una exposición de fotos relacionadas con la obra, que estará a cargo de Nicolás Bernasconi.

“Serán unas 22 imágenes que tuve la suerte de poder ver y de las que, no tengo dudas, todos quedarán impactados”, aseguró Nicolás Fábrega, y agregó: “Son de una calidad absoluta y asombrosa, y van a horrorizar a más de uno. Sinceramente, no tienen desperdicio”.

Los ejemplares de El camino de los cadáveres podrán conseguirse durante la presentación del viernes, por las redes sociales del autor, ya sea en Instagram, Facebook o Twitter, a través de la editorial (https://autoresdeargentina.com) y, a partir del lunes 7 del corriente, en City Bell Libros (13 C entre Cantilo y 473 bis) y Patio Interno (diagonal 3 y 474, City Bell). También estará en librerías de La Plata.

Sobre su obra, el autor finaliza diciendo que se corrió de su lado de periodista de policiales para armar una historia netamente ficcionada: “Tiene escenas sangrientas en las que salen a flote recursos criminalísticos y criminológicos que fui adquiriendo en diferentes cursos que hice, como de investigación de homicidios, técnicas de autopsias y perfiles criminales, pero todo lo que ocurre es una invención mía”.