Es de hace dos millones de años y fue obtenido en sedimentos de la era de hielo. Según los científicos se trata de "un nuevo capítulo para la paleontología".
Un ADN de hace dos millones de años, el más viejo jamás extraído, fue obtenido en sedimentos de la era de hielo en Groenlandia, un descubrimiento que "abre un nuevo capítulo para la paleontología", anunciaron hoy los científicos.
"El ADN pudo sobrevivir durante dos millones de años, el doble de tiempo que el ADN encontrado anteriormente", explicó Mikkel Winther Pedersen, uno de los principales autores del estudio publicado en la revista científica Nature.
Identificados en sedimentos, "los diferentes fragmentos de ADN provienen de la parte más septentrional de Groenlandia, llamada cabo Copenhague, y pertenecen a un entorno que no vemos hoy en la Tierra", detalló el profesor de la Universidad de Copenhague.
Y agregó que se conservaron "muy bien" debido a que estaban congelados y "fueron encontrados en superficies poco explotadas".
Los trabajos de los investigadores, que comenzaron en 2006, permitieron trazar un bosquejo de la región hace dos millones de años.
"Teníamos este entorno forestal con mastodontes, renos, liebres y con un gran número de especies vegetales. Hemos encontrado 102 taxones (agrupación de organismos emparentados) vegetales diferentes", señaló Winther Pedersen.
Según el investigador, la presencia del mastodonte es particularmente notable, ya que nunca antes había sido observado tan al norte.
Los investigadores reflexionaron sobre la adaptabilidad de las especies porque, hace dos millones de años, Groenlandia conocía temperaturas superiores de 11 a 17 grados respecto a las actuales pero, en estas latitudes, el sol no se oculta durante los meses de verano ni se levanta durante el invierno.
"No vemos esta asociación de especies en ningún otro lugar de la Tierra hoy en día", destacó el especialista en paleoecología.
Gracias a una tecnología innovadora, los investigadores descubrieron que los 41 fragmentos estudiados son más antiguos de un millón de años que el anterior récord de ADN obtenido de un hueso de mamut siberiano.
Fue necesario determinar si el ADN estaba oculto en la arcilla y el cuarzo, y luego fue posible separarlo del sedimento para examinarlo.