Diario Hoy entrevistó a uno de los miembros de la Red de Enfermedad de Kawasaki en América Latina. El cardiólogo infantil del sanatorio Mater Dei de Buenos Aires, Adrián Collia, brindó información para comprender la relación entre coronavirus y Kawasaki.
Junto a los casos de Covid-19, niños de diferentes países experimentaron manifestaciones similares a una afección pediátrica conocida como Enfermedad de Kawasaki (EK).
Hasta la aparición del nuevo coronavirus, la EK solo afectaba a niños de entre 0 y 5 años. Sin embargo, en los últimos meses se observó que pacientes de entre 8 y 12 años contagiados de SARS-Cov-2, en diversas regiones del mundo, desarrollaron un cuadro parecido a la patología descubierta por el doctor Tomisaku Kawasaki.
El pediatra de origen asiático murió este mes, a los 95 años, tras haber realizado aportes muy valiosos a la medicina, relacionados con la enfermedad que lleva su apellido.
En la Argentina, el cardiólogo infantil del sanatorio Mater Dei de Buenos Aires, Adrián Collia, continúa el legado del pediatra nipón. Además, forma parte de la Red de Enfermedad de Kawasaki en América Latina (Rekam Latina), según la cual hay más de mil casos notificados en los últimos siete años en Latinoamérica. Con el objetivo de informar en profundidad acerca de la patología de la que habla el mundo, diario Hoy lo entrevistó.
—¿En qué consiste la enfermedad de Kawasaki?
—Es una enfermedad de causa desconocida que afecta, por lo general, a niños menores de cinco años. Se trata de un proceso inflamatorio que compromete los vasos arteriales de mediano y pequeño calibre. Los vasos más involucrados son las arterias coronarias encargadas de nutrir al corazón. Generalmente, se da entre los 0 y 5 años, aunque el pico sucede entre los 26 y 29 meses.
—¿Cuáles son los signos y síntomas que la caracterizan?
—Si hay un niño con más de cinco días de fiebre, inyección conjuntival o conjuntivas irritables no secretoras, lengua aframbuesada, labios hiperhémicos o resquebrajados y edema palmoplantar, hay que sospechar porque puede tratarse de Kawasaki. Y es clave la detección temprana.
—¿Cuál es la relación entre EK y coronavirus?
—Durante la pandemia, en Europa se encontró una relación entre Covid-19, shock y enfermedad de Kawasaki. Diferentes hospitales de Reino Unido, España e Italia, entre otros, comenzaron a observar que pacientes que se encontraban internados con diagnóstico de coronavirus y cursando un cuadro clínico grave, manifestaban signos clínicos de síndrome de Kawasaki. Estos pacientes tenían una particularidad: eran mayores de 8, 10 o 12 años. Todos recibieron tratamiento similar a como se trata el Kawasaki, utilizando gammaglobulinas más aspirinas y otras variantes como corticoesteroides. De esta forma, se observó una mejoría no solo en los signos y síntomas del paciente, sino también en sus resultados de laboratorio.
—¿Cuál es la incidencia de la EK en la Argentina?
—Al no ser una enfermedad de denuncia obligatoria en el país, se estima que es de 4 a 5 pacientes cada 100.000.
—¿Cómo es el pronóstico de la enfermedad?
—Una de las principales complicaciones son las dilataciones de las arterias coronarias, aunque no todo paciente con Kawasaki las desarrolla. En quienes tuvieron coronavirus y Kawasaki se vio que no hubo tanto compromiso de las coronarias, a diferencia de la manifestación clásica de Kawasaki. En cambio, sí se produjo una alteración de la función cardíaca, de la función ventricular. Como sea, al no conocer el origen de la EK, quienes la tuvieron deberán controlarse de por vida.
—¿Por qué decidió enfocarse en la EK?
—Como parte de mi formación cardiológica, estudié en la Universidad de Roma La Sapienza. Allí tuve la oportunidad de ver a un paciente de dos meses con Kawasaki. Realmente, eso me impactó. Pero como la formación de médico no es solo Kawasaki y no es solo cardiología, traté de complementarla con el área de la pediatría. En el 2013, nos juntamos diez médicos de distintas partes de Latinoamérica y me sentí atrapado, con el compromiso de hacer algo por esta enfermedad.
—En su escritorio tiene una foto con Kawasaki.
—Así es. Como siempre digo, estoy seguro de que él no tenía una foto mía sobre su escritorio, pero igualmente lo aprecio y lo quiero. Fue una persona que tenía la humildad de los grandes.
Es posible hallar al pediatra Adrián Collia en Instagram en @dr.colliaadrian.