La ciudad vibró con la convención de tatuajes

Con casi 6 mil personas que se acercaron al Pasaje Dardo Rocha el pasado fin de semana, la octava Convención de Tatuajes volvió a dejar bien parada a la ciudad y al país, con un evento único se supera día tras días. Juan Bonaro y Contanza, su mujer, son los organizadores de esta convención que convocó a miles de personas y vivió un fin de semana apasionante rodeado de grandes producciones y los mejores artistas del planeta.

En ese sentido, Juan le contó a este medio que “ a pesar de la crisis reinante en el país, cobramos el mismo precio del año pasado (100 pesos) y hubo casi 6 mil personas visitando la muestra; trajimos tatuadores de todo el mundo y logramos el objetivo de que nuestra convención sea la más importante del continente, además de figurar en la agenda de convenciones mundiales. Tenemos un nivel de artistas que es increíble, y se arma una competencia muy complicada”.

Asimismo, y en cuanto a la competencia, agregó que “Los tatuadores están los tres días tatuando, Y participando de un concurso supervisado por un jurado especial, que juzga la labor de cada uno. Es un halago para nosotros el nivel que tenemos, y los artistas ya piden volver a participar el próximo año. Es un orgullo. Hubo también muchas familias que se acercaron y disfrutaron del evento”.

Por otra parte, destacó la cantidad de países convocados en el Pasaje; “vino gente de Estados Unidos, España, Brasil, Polonia, y medios de muchísimos países más, lo cual jerarquizó aún más al evento.  Descansamos sólo un día y ya nos pusimos a organizar la próxima convención, que será el 6, 7 y 8 de septiembre del próximo año. Estamos muy felices”.

La gran popularización

Ya en nuestros días estos hippies son oficinistas, maestros y directivos, pero en su piel perdura su marca de su juventud, lo que ha contribuido ha la gran popularización del tatuaje, desligándolo totalmente de marineros y delincuentes. Esta reconversión de la aceptación social del tatuaje ha llevado a que actualmente la gente cada vez sienta más interés en decorar sus cuerpo.

El tatuaje se usaba también como castigo, y los individuos acusados de sacrilegio debían ser tatuados. Debido a esto, los médicos griegos y romanos empezaron a practicar la remoción de tatuajes. Lentamente se abandonó el tatuaje de esclavos y criminales al extenderse el cristianismo en el Imperio Romano. El emperador Constantino, primer emperador cristiano de Roma, emitió un decreto en contra de esta actividad. Se cree que la actitud negativa contra el tatuaje tuvo su origen en este decreto.