Octavo día consecutivo sin contagios en la Ciudad
Nueva jornada sin nuevos casos positivos en La Plata, que se mantienen en un total de 54.
Debido a que el cuerpo no recibe esa radiación a causa del aislamiento, algunas personas pueden presentar un déficit de vitamina D. No obstante, este nutriente se puede obtener de los alimentos
11/05/2020 - 00:00hs
El aislamiento social, preventivo y obligatorio introdujo numerosos cambios en la rutina de las personas. Algunos notablemente perceptibles y otros, no tanto.
La falta de exposición a la luz solar en quienes viven en departamentos sin balcón o terraza, o en casas internas, puede representar un problema para la salud y por eso es necesario prestarle atención.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para mantenernos saludables es suficiente recibir unos rayos de sol en los brazos y en la cara durante diez o quince minutos, tres veces a la semana. Y así incorporar el aporte de vitamina D necesario para el organismo.
“En caso de que esto no sea posible, como ahora, hay ciertos alimentos que aportan esta vitamina. En el germen de cereales integrales. También la encontramos en la yema de huevo; en algunas carnes de pescados grasos como el salmón, el atún o la caballa; en aceites como en el de hígado de pescado; en lácteos; en el polen y en los hongos”, explicó la licenciada en Nutrición, María Agustina Nuñez.
La vitamina D es esencial para mantener el equilibrio mineral del cuerpo ya que se encarga de mantener sanos y fuertes a los huesos, al regular los niveles de calcio y fósforo. También interviene en el sistema inmunológico.
Debido a que el confinamiento puede alterar el ciclo de sueño y vigilia, se aconseja la luz solar para que el organismo produzca melatonina, más conocida como la hormona del sueño. También tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo porque influye en la producción y en los niveles de serotonina.
Se puede pensar que la emisión del sol atraviesa el vidrio ya que se siente el calor de los rayos. Sin embargo, esto no es así. Hay distintos tipos de radiación ultravioleta y, justamente, la UV-B es la que ayuda a la síntesis de la vitamina D y no traspasa el cristal.
Por eso, los especialistas aconsejan agendar una cita con la luz solar con la ventana abierta. En tanto, los dermatólogos insisten en no abusar y utilizar siempre un fotoprotector.
Más allá de las recomendaciones, Nuñez recalcó: “Siempre es importante hacer un chequeo general para conocer cuáles son nuestros valores de vitamina D. En el caso de que hubiera un déficit, se podrá recurrir a un suplemento”.