Ante el calor, la luz solar constante o la sequía, generan una molécula de alarma inicial.
Un grupo de investigadores de Estados Unidos reveló que las plantas producen su propia aspirina, el nombre comercial del ácido salicílico, como medio de regulación y protección ante las diversas amenazas presentes en su entorno, como insectos, calor excesivo y sequía, según informó la Universidad de California en Riverside.
Según el estudio publicado en la revista Science Advance, se analizó la respuesta al estrés ambiental en las células de la Arabidopsis, un género de planta herbácea de la familia de las brasicáceas.
Este tipo de estrés suele provocar en todos los organismos vivos la formación de especies reactivas de oxígeno (EOR), unas moléculas que ocasionan daños a nivel celular. Los altos niveles de las EOR en las plantas pueden resultar peligrosas para ellas, pero en cantidades menores estas moléculas tienen una importante función en sus células.
Para el científico Jin-Zheng Wang, las EOR pueden ser una “espada de doble filo”, ya que “a niveles no letales” estas actúan como “una llamada de emergencia a la acción, que permite la producción de hormonas protectoras como el ácido salicílico”.
Según los investigadores, se descubrió que, en una situación de estrés provocada por el calor, la luz solar constante o la sequía, el aparato de producción de azúcar en las células vegetales genera una molécula de alarma inicial, la cual es conocida como MEcPP.
“Es como si las plantas usaran un analgésico para dolores y molestias, tal como lo hacemos nosotros”, remarcó la bióloga Wilhelmina van de Ven.