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“Tengo la esperanza de que las próximas generaciones sean más conscientes de la importancia de que todos los organismos cumplen un rol”, dijo a diario Hoy la bióloga Sara Montemayor.
06/11/2020 - 00:00hs
La proliferación de una variada cantidad de insectos en los meses más cálidos del año es una constante. En la cuenta regresiva hacia el verano, los seres humanos matamos incontables bichos por considerarlos animales molestos. No obstante, desde la Sociedad Entomológica Argentina (SEA) advierten sobre la importancia de los insectos para el mundo que habitamos.
En diálogo con diario Hoy, la bióloga Sara Montemayor, investigadora del Conicet e integrante de la SEA, aseguró que a los insectos, por lo general, “la mayoría de la gente los asocia con esos bichos que hay que aplastar cuando los ve porque son alimañas molestas. La realidad es que su importancia es muy grande para el ecosistema”.
—¿Por qué vemos más insectos en las ciudades en épocas de calor?
—Cuando suben las temperaturas, los insectos se vuelven más activos; además, se reproducen más. Obviamente, no aparecen de la nada, estaban resguardados, quietos, es decir, menos activos. Los que más aparecen son mosquitos, moscas, hormigas y cucarachas.
—¿Qué hacemos frente a los insectos?
—La realidad es que vivimos en un entorno urbano y buscamos la comodidad; no solo matamos los mosquitos porque son molestos, sino porque son trasmisores de enfermedades. Lo mismo pasa con las cucarachas: son agentes patógenos y a nadie le gusta convivir con eso arriba de la mesa. Es una cuestión práctica: nosotros, como seres humanos, queremos preservarnos, elegimos preservar la comodidad y el bienestar de nuestro entorno, entonces vamos a matar ciertos bichos.
—Si bien estamos en un contexto de pandemia, el verano también es la época de las vacaciones y los traslados. En las rutas, cuando viajamos, ya no quedan tantos bichos pegados en el parabrisas como hace una década.
—Lamentablemente, hay una gran disminución de la diversidad de insectos en general. Es consecuencia, en primer lugar, de que se ha modificado completamente el entorno porque cada vez hay más edificios y casas que están reemplazando los ambientes naturales de los insectos por ambientes urbanos, lo que genera que los bichos se muevan o desaparezcan. Por otro lado, es consecuencia del calentamiento global que estamos sufriendo; día a día, vemos la desaparición de poblaciones de insectos, y también de especies. Otra razón es que actualmente hay más tráfico. Finalmente, el uso de agroquímicos incide sobre las poblaciones de insectos porque, en general, no son muy específicos y, por lo tanto, están diseñados para afectar a la mayor cantidad de plagas posibles.
—¿Cómo afecta a la naturaleza la merma de la población de insectos?
—Un estudio hipotetizó qué pasaría si los insectos desapareciesen de la Tierra: lo que pasaría es que en tres meses desaparecería la vida. Los insectos cumplen roles ecológicos que permiten que el resto del ecosistema funcione.
—¿Creés que hacen falta campañas para transmitir la importancia de los insectos para el mantenimiento del planeta?
—Sí, definitivamente. Sería genial que existiesen campañas para concientizar a la gente de la importancia de los insectos en el ecosistema. Hay insectos que son fundamentales –y no son muy abundantes–, y la gente los mata. Me parece que nuestra cabeza está cambiando de a poco y tengo la esperanza de que las próximas generaciones sean más conscientes de la importancia de que todos los organismos cumplen un rol y hay que respetarlos y cuidarlos. Y tienen que estar en su entorno. El Covid es un ejemplo de un organismo que se salió de su hábitat y se descontroló. Hay que cuidar el equilibrio en el planeta.