Taxidermia, el arte de inmortalizar animales
30/10/2017 - 00:47hs
Concluyó anoche la exhibición que convocó a los mejores tatuadores de Iberoamérica. El ganador se llevó 200.000 pesos en máquinas y tintas
Con la piel como lienzo y el talento argentino como punta de lanza en todo el planeta, concluyó anoche la VII Convención de Tatuajes, con una concurrencia que superó los 7.000 visitantes.
Al cierre de esta edición, se estaban definiendo los ganadores del día entre seis categorías y, finalmente, el mejor tatuador de todo el evento. Durante 72 horas, los 260 artistas se encontraron con miles de fanáticos, curiosos y visitantes ocasionales, ajenos al mundo en el que el cuerpo es un lienzo vacío y el arte se plasma sobre la piel. Llegaron de todos los rincones de la Argentina y otros países, y participaron en 15 categorías, entre ellas tatuaje oriental, tradicional, tribal, new school, old school, blanco y negro, realista y free hand.
En cada una de las jornadas se eligieron los mejores tatuajes de varias categorías distintas y, al final del día, los “lienzos”(así se llama a quienes ponen el cuerpo para que los dibujantes expongan sus diseños), subieron al escenario para que un jurado internacional evaluara a los tres más destacados.
Para participar del concurso, que otorgó un total de 200.000 pesos en concepto de insumos y máquinas tatuadoras, cada artista trabajó muchísimas horas.
Gabriel, por ejemplo, un tatuador fueguino que empezó a desempeñarse en el rubro hace dos años, trabajó durante 16 horas el sábado y otras 12 el domingo, a fin de plasmar un perro fu oriental en la pierna de Nazarena, una joven platense.
“Estamos muy contentos por la convocatoria y recepción que ha tenido esta convención”, expresó Juan Cruz Bonaro, uno de los organizadores, a diario Hoy. “Se trata de un evento que llegó para quedarse”, comentó.
En cada edición, el encuentro se vuelve más convocante y los artistas que participan, más estimados. Este año llegaron muchos tatuadores de distintos países, incluyendo Uruguay, Colombia, Venezuela, España y Brasil. Entre los más reconocidos se destacó Víctor Chil, uno de los más prestigiosos a nivel mundial, con un estudio exclusivo en la ciudad de Barcelona.