La Facultad de Ingeniería de la UNLP junta donaciones para las familias afectadas por el agua. Además, Cáritas lanzó una colecta especial
Frente a las crecidas de los ríos Pilcomayo y Bermejo en la provincia de Salta, que dejaron más de 8.500 evacuados, un pueblo aislado y dos rutas arrasadas desde la semana pasada, brotó la solidaridad en la región.
Así, en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata piden donaciones de alimentos no perecederos, agua, leche en polvo, pañales, artículos de limpieza –especialmente lavandina– y frazadas. Las donaciones se pueden realizar en la sede del Centro de Estudiantes, ubicada en calle 47 entre 1 y 115 desde las 8 hasta las 16.
En tanto, este 17 y 18 de febrero desde Cáritas La Plata se recibirán colaboraciones en dinero en las parroquias. Del mismo modo, se podrán hacer depósitos o transferencias del 9 al 21 de febrero a la siguiente cuenta bancaria: Banco de la Provincia de Buenos Aires, casa matriz sucursal 2.000, a nombre de Cáritas La Plata. CBU: 0140999801200005262589 – Cuenta corriente 52625/8 – CUIT: 3055707963-3. Se solicita, igualmente, enviar el comprobante de la transacción por correo electrónico a administracion@caritaslaplata.org.
Un cuadro de situación
Desde ayer, el río Pilcomayo, que tuvo picos de crecida históricos en el norte salteño, comenzó a bajar y cientos de personas pudieron retornar a sus hogares. No obstante, el caudal del río Bermejo creció, causando la ruptura de la Ruta Provincial 13, a la altura de la localidad de Rivadavia, cabecera del departamento homónimo, en el norte provincial.
La situación de la Ruta 54 es más alentadora, ya que Vialidad Nacional logró efectuar reparaciones, con lo cual la población de Santa Victoria Este quedó nuevamente conectada con el resto de la provincia.
Sin embargo, en lo que respecta al inicio de clases, ya se prevé una demora por las inundaciones. Es que las escuelas afectadas por el desborde del Pilcomayo en los departamentos de San Martín y Rivadavia suman un total de 100. Algunas sufrieron la crecida del río directamente y otras, de manera indirecta. Ahora, se encuentran habitadas por los pobladores que perdieron sus casas y que no tienen dónde dormir. Por lo mismo, los directivos de esos colegios y el propio Ministerio de Educación de Salta admiten que los chicos volverán a cursar “más adelante en el calendario”.