Lisandro Olmos, una localidad postergada que cumple 106 años
Los vecinos creen que no hay nada para festejar
18/09/2017 - 05:00hs
El domingo pasado, en medio del temporal, la muerte de una beba en Olmos volvió a poner al servicio en la mira. No se trató de un caso aislado. Escasez de personal, demoras que pueden costar vidas y bajos salarios evidencian la mala ejecución de un programa que es modelo en la Provincia, pero que en la Comuna deja mucho que desear
A fines de marzo, la noticia del desembarco del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) en La Plata fue celebrada con entusiasmo por la comunidad en general: significaba quince ambulancias otorgadas por el gobierno provincial y más de doscientas personas destinadas a la atención de las emergencias del partido. Con el programa, que tiene todo para brillar, tal como queda demostrado en localidades vecinas, la Provincia asumía además el compromiso de pagar los salarios distribuyendo el dinero correspondiente a cada municipio.
El domingo pasado, la muerte de Sofía, la beba de Lisandro Olmos con problemas de desnutrición, puso en evidencia que en la ciudad el SAME todavía no logra dar una pronta respuesta. Según el relato de los vecinos, el temporal de hace una semana impidió que la ambulancia pudiera ingresar a esa localidad del Oeste platense que sufre con cada precipitación. Ante el hecho, la Comuna se vio obligada a dar una respuesta oficial, sin aclarar que, tal como acusaron fuentes médicas consultadas por diario Hoy, el Ejecutivo local se habría negado a invertir en la compra de vehículos 4x4, capaces de sortear caminos anegados o zonas sin asfaltar.
La muerte de Sofía no es el único episodio que enciende la luz de alerta. Por caso, en la tarde de ayer, el fallecimiento de una joven futbolista volvió a causar revuelo en torno al sistema de emergencias (ver página 23). Frente a este escenario, vecinos y ediles denunciaron demoras que se cuentan en horas y pueden costar vidas. Exintegrantes y trabajadores actuales del servicio hablaron de escasez de personal y de capacitación. Además, sostuvieron que perciben sueldos magros y que hacen más guardias de las establecidas por la ley.
¿Por qué un servicio de emergencias médicas, que en la Provincia de Buenos Aires es modelo, en La Plata decepciona y pone en riesgo la vida de los vecinos? Este medio elaboró un completo panorama de la situación.
La salud como variable de ajuste
A poco de asumir el intendente Julio Garro, el por entonces subsecretario de Emergencias Médicas de la Municipalidad, Jorge Orellana, había diseñado un sistema de emergencias local que contemplaba la adquisición de dos vehículos 4x4 para zonas de difícil acceso, como Olmos, Parque Sicardi y toda el área semirrural de la periferia. A su vez, solicitaba la compra de automóviles tipo furgonetas para trasladar casos de baja complejidad. “Tenía un perfil social”, afirmó Orellana en diálogo con este medio. Los que viven en calles sin asfaltar y las personas con dolencias, pero sin riesgo de muerte, carentes de dinero para acudir al hospital, podrían ser trasladados en este tipo de vehículos.
A fines de junio del año pasado, Orellana dejó de estar al frente del área y su plan quedó en el olvido. En su lugar asumió Enrique Rifourcat quien, en simultáneo, ejerce el cargo de director de la Región Sanitaria XI, y Néstor Valania se puso al frente de la Dirección General Operativa. “En La Plata, la cúpula del SAME proviene del sector privado y desconoce las problemáticas del público”, denunció otro exempleado del servicio, con más de 20 años de trabajo en el ámbito de las emergencias, que pidió reserva de identidad y que, a los fines de este informe, se llamará Juan Martínez.
Si bien el SAME posee 15 ambulancias para cubrir los más de 900 km2 de la superficie del distrito, Rifourcat admitió ante este medio que solo “ocho tienen médico”. En abril, este diario dio a conocer la noticia de la renuncia de ocho profesionales desencantados por el incumplimiento de la promesa salarial inicial. Actualmente, los médicos ganan $4.500 por cada guardia durante la semana y $5.500 los sábados, domingos y feriados.
Lo más llamativo es que el Municipio dispone de los fondos que provee la Provincia para abonar los salarios: en total, el gobierno bonaerense gira por trimestre $10.340.000 a la Comuna para 105 médicos, 80 choferes y 50 operadores. De ese dinero, el Municipio ejecutó $3.938.000, es decir, poco más del 39%, que apenas alcanzó a cubrir los puestos de 36 médicos, 40 choferes y 21 operadores para atender la totalidad de las emergencias que puedan surgir en una ciudad de más de 750.000 habitantes.
Esto llevó a la concejal radical de Cambiemos, Florencia Rollié, a presentar un pedido de informes en el Concejo Deliberante, para saber “cuáles son las razones del ahorro de haberes de 69 médicos, 40 choferes, 4 radioperadores y 25 telefonistas”. Además, el pedido presentado a fines de junio solicitaba que se explicara “si el dinero no gastado por ese concepto ha sido devuelto al gobierno de la Provincia de Buenos Aires”.
Por este ajuste deliberado, acusó Rollié, “treinta guardias al mes no se cubren por falta de médicos”, y disparó: “La Provincia sugirió que, si se contrataba menos personal, había que subir los sueldos. Acá faltan puestos y no se aumentó un centavo a nadie”.
“Al haber poco personal, este debe hacer más guardias, superando las 36 horas semanales reglamentarias y sin el debido descanso. Eso hace que no esté lo suficientemente atento para atender una emergencia”, alertó un trabajador actual del SAME, al que, para evitar posibles represalias, llamaremos Marcos Pérez. La situación, como se advierte, no solo incumbe a los médicos, sino también a los choferes y enfermeros.
Falta de capacitación hacia adentro y hacia afuera
Los platenses deben llamar al SAME marcando 107, solo en caso de emergencia, es decir, en aquellos eventos en los que, si no se recibe atención médica a la brevedad, corre peligro la vida de una persona. Es importante destacar que el servicio no atiende casos domiciliarios a menos que haya riesgos, como hemorragias, golpes en la cabeza con pérdida de conocimiento o fracturas expuestas con arterias comprometidas. Cuando hay dolencia, pero no riesgo, se trata de una urgencia y, si el servicio de ambulancia confirma que asistirá, tiene permitido demorarse hasta seis horas. Los operadores que reciben la llamada son los encargados de definir el nivel de riesgo a partir de los datos que obtienen durante la comunicación.
Muchos platenses carecen de esta información, ya que en la ciudad faltan campañas de difusión masiva y constante para erradicar la costumbre de llamar al 911. “Si hubieran llamado al 107, podría haberse trabajado con el Grupo de Intervenciones Especiales del SAME (GIE), que tiene ambulancias 4x4 y puede ingresar en cualquier lugar”, criticó Rifourcat, tras la muerte de la beba de Olmos, omitiendo la responsabilidad de la Comuna en ese error.
Cabe aclarar que llamar al 911, en lugar de al 107, le agrega al servicio una demora innecesaria de unos 10 minutos, como mínimo, porque la Policía debe comunicarse con el SAME para informar el caso. En municipios como Berisso, esta contingencia se contempla de antemano: las operadoras del 107 están junto a las del 911, que hacen monitoreo por pantallas. Esto permite que, ante un accidente, la ambulancia se dirija directamente al lugar sin necesidad de esperar el llamado.
En La Plata, además, se agregan otros problemas: la ignorancia por parte del público y el desconocimiento en el interior del SAME. Las fuentes consultadas para este informe coincidieron en que buena parte de los radioperadores no fueron capacitados lo suficiente como para poder identificar cuándo es una emergencia. Además, sostuvieron que carecen del acompañamiento necesario para consultar las dudas en el momento y fustigaron que la coordinadora de los operadores, Cristina Petrucci, “no está nunca y tampoco hay un coordinador médico para responder consultas”.
El domingo 25 de agosto, Santiago Levy padeció en carne propia esa falta de información por parte de los operadores. Mientras almorzaban en un restorán de 7 y 70, su padre se desmayó y llamaron al SAME. Tras media hora volvieron a llamar para consultar cuándo llegaría la ambulancia y se negaron a darle la información. Diez minutos después, les informaron que no iban a enviar el móvil porque el restorán debía llamar a un servicio de emergencia privado. “Dos horas después de que se desmayó mi papá, llegó la ambulancia pero, para ese momento, ya lo había llevado yo al hospital. Si llegaba a ser una cuestión de vida o muerte, se moría”, reflexionó Levy.
“Se cometen muchos errores. A veces, por no conocer la zona, mandan una ambulancia que está más lejos de la que le tocaba ir. Otras veces los obligan a hacerlo porque en la que está cerca no hay médicos”, afirmó Marcos Pérez.
El tiempo en el que se puede ir una vida es acaso la variable más problemática. Mientras que en Berisso, el secretario de Salud Alberto Augstaitis estableció una demora en la atención de entre 3 y 5 minutos, Rifourcat la fijó en La Plata en un lapso de entre 12 y 15 minutos, aunque cada vez trascienden más casos en los que ese tiempo es superior. Como el ocurrido el 14 de agosto, en Romero, donde el joven Martín Gusmerotti tuvo un accidente de tránsito a bordo de un cuatriciclo y la ambulancia demoró más de media hora en presentarse, según el relato de los testigos. Gusmerotti falleció horas después.
Es difícil determinar qué pasaba en el interior del SAME cuando se produjeron esas y otras tantas demoras que salen a la luz en cada queja vecinal, ya que también está cuestionada la forma en la que se registran los casos. En el pedido de informes de la concejal Rollié, una sospecha la llevó a consultar al intendente Garro “si tiene conocimiento de que se esté recomendando no utilizar el servicio de radio en los móviles, para evitar el control provincial, quedando la comunicación exclusivamente a través del servicio de Nextel”. Como el resto de los vecinos, ella todavía aguarda por una respuesta.
Un servicio que los vecinos desconocen
Susana Gossi
“Sé que ante una emergencia médica debería llamar al SAME, pero no conozco el número. Si llegara a pasarme algo no sabría qué hacer. Creo que falta información”
Engilberto Juárez
“Tenía entendido que había que llamar al 911, pensaba que eran ellos los encargados de llamar al SAME. No estaba al tanto de que ellos tenían línea directa, nunca lo había escuchado. Creo que se usa para casos de emergencia y accidentes”
Silvia Beni
“En caso de una emergencia médica creo que hay que llamar al 911. Supuestamente tendría que llamarse al 107, pero nunca vienen. Por suerte nunca tuve que hacerlo”
Números que alarman
- 105 médicos son los que debería tener el SAME local de acuerdo a los recursos dispuestos por la Provincia
- 36 profesionales de la salud son apenas los que afecta la Comuna para el servicio
- $3,9 millones son los que ejecutó el Municipio de los $10,3 millones por trimestre que aporta la Provincia
- 8 de 15 ambulancias cuentan con personal sanitario
- 30 guardias al mes quedan sin cubrir en La Plata por falta de personal, pese a contar con el dinero girado por el gobierno bonaerense
- 60 minutos puede demorar la llegada de la ambulancia a las zonas más postergadas