Ni respiradores ni camas: alertan por falta de personal
La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva advirtió que, si existe un riesgo de colapso, es porque hay un déficit de especialistas capacitados en la materia.
Vecinos de Barrio Aeropuerto están cansados de un basural que cada vez es más grande. Reclaman que no tiren más desechos en la esquina de 6 y 616 para poder darle al lugar otra función.
15/08/2020 - 00:00hs
Sin lograr dejar atrás los problemas de electricidad y energía con la empresa Edelap, los vecinos del barrio Frizón, ubicado en la parte Sur del barrio Aeropuerto de La Plata, no salen de su asombro por la aparición de un basural a cielo abierto que crece con el pasar de los días en la esquina de 3 y 616.
En esta zona de La Plata, la calle 616 llega solo hasta la 3, ya que luego está un enorme campo que divide a La Plata con la ruta 11, antes del límite con Berisso. Allí, según precisaron a este diario, los vecinos vienen observando cómo llegan cada vez más camiones a depositar basura, con la excusa de que de la calle 3 para el lado de Berisso no hay viviendas ni personas que puedan quejarse.
La situación despertó malestar y preocupación, ya que la acumulación de residuos provoca mal olor y afecta al medio ambiente. Incluso, ocasiona que se junten ratas y cucarachas, que luego terminan invadiendo las casas que están sobre la calle 616, pero entre 4 hasta 6 inclusive.
Este barrio, además, fue noticia porque durante los últimos dos meses Edelap cambió al menos cuatro veces un transformador en la esquina de 5 y 616 que terminó explotando. En uno de los episodios hasta rompió la ventana de la casa de un residente que vive justo en la esquina.
“Después de realizar los pedidos pertinentes, el delegado asumió el compromiso de acercar a un camión para sacar la basura que depositaron la última semana. Esperemos que cumplan, porque no se puede vivir en esta zona de esta manera”, expresó Julio Giñazú, un histórico jubilado que vive en la zona de 4 y 616.
Los vecinos, además, piden que en la esquina se pueda realizar una plaza con juegos para que los más chicos del barrio puedan recrearse una vez que se termine la cuarentena. De esta manera, cambiarían los desperdicios que se fueron acumulando por una sonrisa para los niños del lugar.