Estos ejemplares son capaces de controlar la insulina por dos vías.
Si bien existe una regla no escrita del mundo animal, según la cual cuantas más crías tenga una especie menos tiempo vivirá, la hormiga parece estar por encima de esa norma. Las reinas, los únicos individuos en un nido que se reproducen, son capaces de vivir cinco, diez y hasta treinta veces más que sus hermanas obreras genéticamente idénticas. Ahora, un equipo internacional de científicos, acaba de descubrir su secreto.
Tal como apareció publicado en su informe para Science, las reinas han desarrollado un control doble para la insulina, la hormona que regula el metabolismo y que explica gran parte del equilibrio entre la reproducción y la vida útil. Por un lado, las reinas aumentan enormemente su producción de insulina, lo que promueve el desarrollo del óvulo y favorece la fertilidad. Por otro lado, sus ovarios también producen un bloqueador de insulina que retrasa el proceso de envejecimiento.
Los investigadores estudiaron a las hormigas saltadoras Harpegnathos, capaces de modificar su cuerpo como ningún otro insecto. Cuando una reina muere, las obreras restantes se baten a duelo para decidir qué hormigas se convertirán en nuevas pseudo-reinas capaces de poner huevos. De forma sorprendente, las pseudoreinas encogen su cerebro a tres cuartas partes de su tamaño original y hacen crecer sus ovarios. Adquieren vidas más largas, pero el proceso también es reversible si se encuentran con una verdadera reina.