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Tenían poderosas colas repletas de púas que empleaban para competir por el territorio.
12/12/2022 - 00:00hs
El excepcional anquilosaurio Zuul crurivastator, con sus seis metros de longitud, unos 2.500 kilos de peso y una coraza repleta de espinas, podría compararse fácilmente con un tanque blindado. La primera parte de su nombre hace referencia al cancerbero de la película Cazafantasmas (1984), mientras que la segunda alude a su capacidad para utilizar su poderosa cola rígida, acabada en una protuberancia ósea, como si fuera un colosal garrote. Ahora, un reciente estudio publicado en Biology Letters explica que la especie no utilizaba la cola para alejar a sus depredadores, sino que la esgrimían entre los de su mismo tipo para luchar por el dominio social, el territorio o para competir durante la época de celo.
Estas flamantes conclusiones se tomaron a partir del fósil de un ejemplar en el que se aprecian unas curiosas lesiones. El fósil de Zuul, este dinosaurio herbívoro que vivió hace 76 millones de años, forma parte de la colección del Museo Real de Ontario. Inicialmente, el cráneo y la cola habían sido liberados de la roca que los rodeaba en el norte de Montana, pero el cuerpo aún estaba encerrado en 16.000 kilos de arenisca. Después de años de trabajo, se reveló que el cuerpo había conservado la mayor parte de la piel y la armadura ósea en toda la espalda y los flancos, lo que brinda una imagen notable del aspecto del dinosaurio en vida. El cuerpo estaba cubierto de placas óseas de diferentes formas y tamaños. Las que estaban a los lados eran particularmente grandes y puntiagudas.
Los científicos notaron que a varias púas cerca de las caderas en ambos lados del cuerpo les faltaban las puntas, y que el hueso y la vaina córnea se curaron en otra forma mientras el dinosaurio estaba vivo. Por su ubicación en el cuerpo, estas lesiones no correspondían a las que produciría el ataque de un depredador como un tiranosaurio. Sin embargo, parecían más consistentes con el resultado de algún tipo de combate ritualizado.
La cola de Zuul medía unos tres metros de largo con púas afiladas a lo largo de sus costados. La mitad posterior de la cola estaba rígida y la punta estaba encerrada en enormes protuberancias óseas, lo que creaba un arma formidable parecida a un mazo. “Durante años me interesó cómo los anquilosaurios usaban sus colas y esta es una nueva pieza realmente emocionante del rompecabezas” dijo Victoria Arbour, curadora de paleontología en el Museo Real de la Columbia Británica (Victoria, Canadá). “Sabemos que los anquilosaurios podían usar su cola para dar golpes muy fuertes a un oponente, pero la mayoría de la gente pensaba que lo hacían para luchar contra los depredadores. En cambio, los anquilosaurios como Zuul pueden haber estado peleando entre sí”, afirmó.