Ocurrió en la esquina de 120 y 80 en donde tuvieron que trabajar más de 10 operarios de la empresa ABSA y personal de Camuzzi. La situación fue abordada y controlada tras varias horas de trabajo.
Sin que haya afectado el suministro del agua en el interior de las casas de los vecinos, la rotura de un caño maestro en la esquina de 80 y 120 mantuvo en vilo a miles de personas de Barrio El Mondongo y Barrio Jardín que a diario transitan por esta zona de la ciudad.
El jueves a la mañana, la escena no pasó desapercibida entre los conductores y vecinos, que dudaban en pasar por la calle 80 en dirección hacia 122 por la gran cantidad de agua que se había juntado en la calle y que tapaba el pavimento de cordón a cordón.
Al instante, varias personas realizaron el reclamo de forma simultánea y más de diez operarios de ABSA se hicieron presentes en la conflictiva esquina, en la que además el tránsito es intenso en distintas horas del día.
Tras evaluar el cuadro de situación y llegar a un diagnóstico, ABSA tuvo que apelar a máquinas especiales, tractores y excavadoras para poder trabajar en profundidad.
Además, también se apeló a la presencia de personas que representan a la empresa Camuzzi, ya que el caño estaba a más de un metro y medio de profundidad y tocaba parte de la cañería de gas.
De acuerdo al diagnóstico de los operarios, al tratarse de un caño maestro no afectó el suministro de agua en las casas de los frentistas de la calle 80 entre 120 y 121. Lo que ocurrió es que el agua se llegó a desparramar por las veredas de tierra, se formó un verdadero barrial y se extendió hasta la calle afectando principalmente a la circulación.
Finalmente, entre la noche del jueves y la mañana del viernes, la obra se pudo terminar, pero se tuvo que delimitar la zona para evitar que algunos vecinos desprevenidos pisaran el lugar en donde se estuvo trabajando y en donde el suelo quedó blando.
En la misma esquina hay un puesto de diarios que tuvo que interrumpir temporalmente sus trabajos por lo que estaba ocurriendo y la mayoría de los vecinos que a diario transitan por la calle 80 tendrán que desviar el recorrido al menos hasta la semana que viene cuando se termine de secar el barro que se formó por el agua que se terminó desparramando.
A pocas cuadras de esta zona, más precisamente en 72 y 122, otras personas de la misma región aprovecharon para recordar y reclamar la reparación de una pérdida de agua que arroja importantes consecuencias cada vez que llueve.
Los operarios de la empresa que trabajó en 120 y 80 se comprometieron a reparar también esta pérdida y de este modo abordar dos problemas que afectaron seriamente a los vecinos de esta zona.