“Una revista es ante todo un hecho cultural y colectivo”
La jornada se realiza en la Biblioteca Central PBA.
Vecinos de las calles 4, 5 y 6 aseguran que después de las 18 se repiten los problemas con la conectividad y la falta de medidores de gas desde 619 hasta 515.
24/08/2022 - 00:37hs
Un nutrido grupo de personas que viven en las calles 4, 5 y 6 de Ringuelet, entre 519 y 514 sumaron nuevos reclamos por las fallas de conectividad al servicio de internet en esta zona de La Plata. Tanto es así que durante el último fin de semana se generaron discusiones con operarios de la empresa Movistar que el sábado a la mañana se acercaron a la zona a trabajar sobre el tendido de cables.
“Siempre suele pasar que después de las 17 hasta la medianoche internet se va y viene. Vemos que hay muchos cables juntos en algunos lugares y nos cansamos de elevar los pedidos y los reclamos”, comentó Luis en contacto con diario Hoy y la Red 92.
En esta zona de La Plata, varias personas pagan un promedio de 4500 pesos por el servicio de cable y telefonía, pero cada vez son más las dificultades para poder acceder a un bien servicio en horas claves.
“Pagamos y pagamos, pero es inútil que se mantenga un servicio que no funciona. Querés mandar un mensaje de audio o de texto por WhatsApp y tenés que esperar hasta que regrese la señal”, expresaron los vecinos, quienes también se quejaron porque ayer no se pudo ver correctamente el partido de Estudiantes, a pesar de haber contratado el servicio especial que tiene un pago adicional.
También fallan los medidores de gas
En el comienzo de agosto, varias personas de la misma zona de Ringuelet reportaron la misma escena: operarios de una empresa que se ponen a revisar los medidores de gas siempre entre las 18 y las 19 (una hora poco frecuente para realizar esos trabajos) y la presión de gas suele disminuir en el interior de las casas.
“Casi que no sale el gas. No prenden las hornallas y los termotanques hacen explosiones. Es como que falla la llegada del gas en las casas”, comentó preocupado otro vecino que utiliza las estufas de tiro balanceado para mantener calefaccionados los hogares.
Esta situación también se repitió principalmente sobre el frente de las casas de las calles 4 y 6 de Ringuelet, a metros de la esquina de 515, y no son pocos los que temen que en realidad se esté buscando robar los medidores en lugar de repararlos, algo que ya pasó el año pasado a esta altura del año sobre la calle 33 de La Loma. En ese momento, varias cajas en donde van colocados estos artefactos aparecieron violentadas y con faltantes de caños de metal que luego serían vendidos en el mercado negro de metales.