Mauricio Borensztein se presentó por primera vez vestido de frac, lentes y peluca en 1958.
En 1958, cuando el gobierno de Arturo Frondizi enfrentaba una feroz crisis ministerial, Mauricio Borensztein se presentó por primera vez vestido de frac, lentes y peluca, para estar preparado “por si le ofrecían algún ministerio”, y desde entonces no abandonó ese atuendo. Era un artista que sabía inventar recursos y transformarlos en elemento casual.
Muchos años después confesó: “Para que no me molestaran en la boite, dejé de vestirme bien y me vestí de atorrante. Así podía decir cualquier cosa, un atorrante puede decir cualquier cosa. La pegué: nadie me embromó más. La peluca, el habano y los lentes sin vidrio que uso en televisión son algo parecido. Usted no puede decirlo todo. Pero si se da un toque de locura, sí”.