Se trata del recital de La Renga y la idea es poner puestos de comida en el frente de sus casas.
Un grupo de jubilados y frentistas de la calle 530 se organizó para aprovechar la presencia de los fanáticos de La Renga en la ciudad durante el fin de semana con la idea de poder recaudar en lo que pretenden ser puestos de comida rápida en el frente de las casas.
Debido a la delicada situación económica, las personas invirtieron hasta más de 150.000 pesos para comprar chorizos o hamburguesas, y ayer al mediodía se juntaron para poder venderlos en las veredas de las calles 530, 531 y 532.
En un primer momento se especuló con la posibilidad de ingresar al corredor que se dispuso en el medio de la rambla de la 32, entre 20 y 26, por donde circulaban los fanáticos. Pero esto generó discusiones y encontronazos con algunos organizadores.
Estos vecinos, que aseguran que intentan “ganarse” el día para sumar algunos pesos extras porque les cuesta “llegar a fin de mes”, se organizaron para visibilizar la inquietud de poder trabajar en la calle.