La tensión escaló con un choque frontal entre la Unión Europea (UE) y la farmacéutica sueca-británica Astrazeneca, mientras que en España la región de Madrid decidió suspender su campaña de inmunización por falta de dosis, una penuria global que llevó al laboratorio francés Sanofi a anunciar la fabricación del inoculante de sus rivales Pfizer/BioNTech.
Una reunión clave prevista para este miércoles entre funcionarios de la UE y responsables de AstraZeneca para hablar de la provisión y la producción de vacunas contra el coronavirus provocó en la previa un cruce entre las partes, signo de la tensión y confusión que genera el tema.
El bloque afronta una áspera controversia con la farmacéutica, luego de que anunciara el viernes pasado atrasos en el envío de las dosis pedidas por la UE, que pretendía autorizar esta vacuna esta semana.
Mientras Bruselas afirma que AstraZeneca incumple un contrato de precompra firmado en agosto para la entrega de hasta 400 millones de dosis de su inoculante, el CEO del laboratorio, Pascal Soriot, dijo que los contratos no preveían "un compromiso" sobre la provisión de vacunas.
"No es un compromiso contractual. Dijimos: haremos lo mejor que podamos, pero sin garantizar que lo consigamos", afirmó en una entrevista con el diario italiano La Reppublica.
El empresario negó además el desvío de dosis al Reino Unido, que salió del bloque el año pasado, y argumentó que AstraZeneca pudo proveerlo porque había firmado su contrato tres meses antes y eso dio tiempo a la firma para solucionar las fallas en las plantas británicas.
En medio de estos cruces, una amenaza de bomba en una planta del norte de Gales provocó la suspensión de la producción de AstraZeneca en el Reino Unido, aunque el incidente no alterará significativamente el suministro de dosis pedido por el Gobierno británico, aseguró la farmacéutica.
En tanto, en España, la escasez de vacunas contra la Covid-19 llevó a las autoridades de la comunidad madrileña a suspender el suministro de primeras dosis "al menos esta semana y la siguiente" debido a "los recortes" a la hora de recibir los fármacos en las últimas semanas.
"Ya llevamos semanas con menos vacunas y menos dosis que las prometidas por el Gobierno de España", informó el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado.
Aguado explicó que gracias a una decisión de reservar un porcentaje de dosis para la segunda inyección, sí se completará la inmunización de quienes ya recibieron la primera, pero se suspende el suministro a quienes todavía no se les administró.
En un intento por superar este cuello de botella mundial, el laboratorio francés Sanofi anunció que va a fabricar en el segundo semestre del año la vacuna contra el coronavirus de Pfizer/BioNTech, otra empresa que reconoció retrasos en la producción en los últimos días.
Sanofi "se hará cargo de los últimos pasos de fabricación para suministrar más de 125 millones de dosis de la vacuna contra la Covid-19 para la Unión Europea", detalló a través de un comunicado el rival de los desarrolladores estadounidense y alemán.
El Gobierno francés le había pedido a Sanofi que estudiara la posibilidad de poner a disposición sus cadenas industriales para aumentar la producción de vacunas ya existentes, luego de que Pfizer anunciara la semana pasada el retraso en la entrega de fármacos mientras busca agrandar su capacidad de producción.
La lucha por la adquisición de las vacunas contra la Covid-19 puso de manifiesto la desigualdad en su acceso a escala global, algo que fue denunciado en varias ocasiones por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ese sentido, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, declaró que la pandemia "agravó los problemas de desequilibrio que ya existían en el mundo", al intervenir en el Foro Económico Mundial (FEM) de Davos, que este año se lleva a cabo de manera virtual.
El mandatario ruso señaló que el coronavirus aceleró las transformaciones sociales, económicas y políticas en curso, lo que alimenta "las contradicciones" capaces de desestabilizar el orden mundial y advirtió que existen riesgos de un mayor crecimiento de las mismas en casi todos los ámbitos, reportó la agencia de noticias Sputnik.
Con más de 100,6 millones de casos y más de 2,1 millones de muertos por Covid-19 en el mundo, el virus y sus variantes continúan su avance desenfrenado a lo largo y ancho del planeta.
En Europa, donde la cepa británica ha disparado los contagios, los países continuaron planeando y discutiendo cómo endurecer las medidas restrictivas y, en particular, el cierre de fronteras para frenar una segunda ola que no parece estar cerca de terminar.
El vocero del Gobierno francés, Gabriel Attal, indicó que el toque de queda que está en vigor en todo el país desde mediados de mes “no frena suficientemente” al virus y señaló que el presidente Emmanuel Macron pidió "estudios adicionales" para tomar una decisión, incluyendo la posibilidad de un nuevo confinamiento "muy estricto".
Del otro lado del Atlántico, en Perú, el Gobierno informó que entregará una ayuda en efectivo a las familias vulnerables que viven en las regiones en las que ayer volvió a imponer una cuarentena estricta debido al colapso sanitario provocado por la segunda ola, que ya elevó el total de casos a más de un millón y de muertos a casi 40.000.