"El odio y la violencia no son las soluciones para resolver los problemas", dijo el Papa ante varios miles de personas que asistieron en el Aula Pablo VI del Vaticano a la audiencia pública, en la que hizo un nuevo llamamiento a la paz en Medio Oriente.
Interrumpiendo los tradicionales saludos que hace en diferentes idiomas durante la audiencia, Benedicto XVI dijo: "Sigo con grave preocupación el agravamiento de la violencia entre israelíes y palestinos en la Franja de Gaza".
"Y junto a mis rezos por las víctimas y por quienes sufren, siento el deber de reafirmar, una vez más, que el odio y la violencia no son la solución de los problemas", manifestó.
El Santo Padre expresó también su apoyo "a las iniciativas y los esfuerzos de cuantos están tratando de obtener una tregua y de promover la negociación".
"Exhorto también a las autoridades de ambas partes a adoptar decisiones valientes en favor de la paz y a poner fin a un conflicto con repercusiones negativas en toda la región medio-oriental, atormentada por demasiados choques y necesitada de paz y de reconciliación", agregó el Pontífice.