Dentro de su “programa de estabilidad”, enviado ayer a la Comisión Europea, el gobierno del presidente socialista Pedro Sánchez redujo del 7% al 4,3% su previsión de crecimiento para este año.
El gobierno español redujo notablemente sus ambiciones económicas para 2022 por el impacto de la guerra en Ucrania, que empujó una escalada de la inflación y una caída del poder adquisitivo de los hogares.
Dentro de su “programa de estabilidad”, enviado ayer a la Comisión Europea, el gobierno del presidente socialista Pedro Sánchez redujo del 7% al 4,3% su previsión de crecimiento para este año.
Esta nueva proyección es inferior a las previsiones del Banco de España (+4,5%) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que espera un alza del 4,8% del Producto Bruto Interno.