La deforestación avanza en el Amazonas y las miradas apuntan a Jair Bolsonaro

Los informes ambientales no son nada alentadores para Brasil y las miradas apuntan al presidente de ese país, Jair Bolsonaro, a quien se acusa de no ejercer los controles sobre las empresas que realizan actividades que afectan la Amazonia.

Allí se ubica la selva tropical más extensa del planeta, es decir que la problemática de la deforestación no afecta solo al país vecino, sino a toda Latinoamérica y el mundo.

Los datos oficiales, que se conocieron esta semana, señalan que hubo récord de deforestación en el primer semestre del año. Así, entre enero y junio perdió 3.987 kilómetros de vegetación, lo que representa un 10,6% más que el mismo período del año pasado. Se trata de un área equivalente a 483 canchas de fútbol, según los datos divulgados por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe).

Además, señalaron que en el mes pasado se destruyeron 1.120 kilómetros cuadrados de vegetación nativa en esa región del país. Los datos parte del Sistema de Detección de Deforestación de la Amazonia Legal en Tiempo Real (Deter) que utiliza imágenes satelitales para emitir alertas sobre las áreas deforestadas.

Desde las entidades ecologistas apuntan al presidente Bolsonaro como responsable de esas cifras dramáticas ya que señalan que hay una falta de control y fiscalización del gobierno a las actividades que acaban con la selva, como la minería ilegal o el comercio ilícito de madera.

“Sea para nuestra agricultura o para el abastecimiento de las ciudades y también hasta para la generación de energía hidroeléctrica, de la que depende el país, es una ruta preocupante, alarmante y que necesita urgentemente ser revertida”, dijo Mariana Napolitano, gerente de Ciencias del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Brasil.

Según marcó el Observatorio del Clima, los datos registrados muestran que la tasa de deforestación en 2022 sobrepasará nuevamente los 10.000 kilómetros cuadrados.