Así lo indicó Vladimir Putin, presidente de Rusia, quien señaló que su gobierno busca “excluir la posibilidad de que neonazis ucranianos organicen provocaciones que puedan derivar en consecuencias catastróficas”.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, informó ayer a su par francés, Emmanuel Macron, que las Fuerzas Armadas rusas, junto con los guardias y el personal de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, garantizan el funcionamiento de la instalación. Además, el mandatario expresó que los niveles de radiación en la planta son “normales”.
“Fuerzas rusas, en cooperación con la unidad de guardia ucraniana y el personal continúan asegurando que la central nuclear opera con normalidad, el fondo radiactivo es normal, todos estos hechos han sido oficialmente confirmados por el OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica). La seguridad física y nuclear de la central está bien protegida”, dijo Putin a su par francés.
Putin le trasladó a Macron sus impresiones acerca de la invasión de Ucrania por medio de una larga conversación telefónica, de casi dos horas, donde el ataque contra la central ocupó un papel predominante.
Además, el mandatario ruso le resaltó a Macron que la “provocación” en la zona de la planta fue organizada por “radicales ucranianos (...) con la participación de un grupo de sabotaje”.
Putin también calificó de un “elemento de una cínica campaña propagandista los intentos de transferir la responsabilidad del incidente (en torno a la central) a militares rusos”.
Añadió además que las Fuerzas Armadas de Rusia “también controlan la planta nuclear de Chernobyl”, destacando que “todo esto se hace para excluir la posibilidad de que neonazis ucranianos organicen provocaciones que puedan derivar en consecuencias catastróficas”.
Durante la noche del jueves, en la zona adyacente a la central nuclear de Zaporiyia, se produjo un incendio. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, los “nacionalistas ucranianos” intentaron cometer una provocación, incitando a militares rusos a abrir fuego contra la central de Zaporiyia, para acusar luego a Rusia de crear una fuente de contaminación radiactiva.
Los soldados rusos lograron rechazar el ataque, dijo el vocero del ente, Igor Konashenkov, al agregar que el grupo de sabotaje ucraniano, abandonando la zona, incendió el edificio, donde se escondía.