Mohamed VI, rey marroquí, le dedicó un fragmento de su discurso en la Fiesta del Trono al gobierno argelino, para trabajar conjuntamente en la reconciliación entre ambos países.
Mohamed VI utilizó su mensaje anual a su pueblo, en el marco de la celebración de la Fiesta del Trono, para poner un final al conflicto que enfrenta a ambos países y que se profundizó el año pasado con la decisión de Argelia de romper las relaciones diplomáticas.
El monarca dedicó la mayor parte de su disertación a visibilizar las medidas adoptadas por las autoridades de su país en pos de hacer frente a la crisis económica vinculada a la pandemia de Covid-19 y también a los problemas internacionales que genera la guerra entre Ucrania y Rusia.
El rey expresó su lamento a que las fronteras sean solo una “muralla infranqueable en lugar de un puente para el intercambio y la comunicación”. Asimismo, manifestó su deseo de que un acercamiento entre ambos países pueda ser “un ejemplo para toda la región”.
En este sentido, expresó su disconformidad con aquellos marroquíes que difunden “rumores e insultos” a los argelinos. Según el diario El País de España, esta no es la primera vez que Mohamed VI quiere reconciliar vínculos políticos con el país vecino, actitud que Argelia no vislumbra que sea desde un lugar genuino, al considerar que no se corresponde con una serie de acciones hostiles hacia sus intereses por parte de instituciones marroquíes.
Este evento fue el elegido para que el rey expresara el primer discurso anual con motivo de una fiesta nacional. Allí Mohamed VI también destacó, en cuanto a políticas internas, los esfuerzos materializados por las autoridades a cargo para cerciorar el abastecimiento de productos de primera necesidad a todas las zonas del país ante las “difíciles condiciones económicas”, cuyas causas afirmó que son de “alcance internacional”.
Entre los proyectos para desarrollar el país, Mohamed VI destacó la reforma del sistema sanitario para dar cobertura pública a seis millones de trabajadores y sus familias. Favorecido por el Palacio antes de las elecciones del pasado mes de septiembre, este es el proyecto central que lleva adelante el primer ministro Aziz Akhannouch.
Además, como es habitual en ocasión de la Fiesta del Trono, el monarca marroquí otorgó el indulto a centenares de presos o personas en libertad condicional. Este año fueron 1.769 personas, de las que 1.459 se encontraban privadas de su libertad.