Azotó con lluvias torrenciales y fuertes vientos las ciudades de la provincia de Fujian, en el interior del país asiático. Más de 40 personas fallecieron hasta el momento por el paso del ciclón tropical.
Casi 630.000 personas resultaron afectadas en el sureste de China tras la llegada del tifón Gaemi, que ha provocado la primera alerta roja del año en el país tras dejar cinco fallecidos y cerca de 700 heridos a su paso por Taiwán.
El tifón azotó con lluvias torrenciales y fuertes vientos las ciudades de la provincia china de Fujian, en el interior del país. Gaemi seguía registrando vientos de hasta 100,8 km/h cerca de su centro, suavizándose ligeramente respecto a los 118,8 km/h registrados el jueves por la noche cuando tocó tierra en la ciudad de Putian, en Fujian.
La tormenta derribó árboles, inundó las calles y dañó cosechas en China, pero hasta el momento, no se han reportado víctimas mortales o daños mayores.
El Ministerio de Transporte de China elevó el jueves al nivel dos -el segundo más alto- la respuesta de emergencia ante la llegada de Gaemi, también conocido como Carina, y afirmó que se estaba coordinando con otras autoridades y departamentos para los trabajos de prevención y respuesta al paso del tifón.
Debido al tifón, 72 municipios de Fujian registraron una precipitación acumulada superior a 250 mm (9,8 pulgadas), con la más alta alcanzando 512,8 mm, dijeron las oficinas meteorológicas locales.
El jueves, Gaemi barrió Taiwán con vendavales de hasta 227 km/h y arrojó más de 1.800 mm de lluvia en las montañas del sur de la isla, inundando varias ciudades y pueblos. Causó más de 500 heridos y 7 muertos.
Según cifras del Comando Central de Operaciones de Emergencias (CEOC), había ayer más de 52.700 hogares que seguían sin electricidad en Taiwán y otros 24.000 que no tenían suministro de agua, algo que el presidente isleño, William Lai (Lai Ching-te), prometió solventar en las próximas horas.
El tifón también hundió un carguero frente a las costas taiwanesas y mató a 32 personas en Filipinas, donde su capital, Manila, declaró el “estado de calamidad” tras las inundaciones generalizadas.
Algunos científicos han advertido de que el calentamiento global está empeorando las tormentas tropicales, haciéndolas menos frecuentes, pero mucho más intensas, según un informe publicado en las últimas horas.