Durante el último mes de septiembre se fugaron unos seis prisioneros de la cárcel de Gilboa, lo que terminó desencadenando la llegada de medidas drásticas contra los reos palestinos.
El pasado miércoles un total de 400 prisioneros palestinos en cárceles israelíes iniciaron una huelga de hambre tras mostrarse en contra de las medidas punitivas de los Servicios Penitenciarios del gobierno local. Durante el último mes de septiembre se fugaron unos seis prisioneros de la cárcel de Gilboa, lo que terminó desencadenando la llegada de medidas drásticas contra los reos palestinos, en particular hacia los que pertenecen a la Yihad Islámica, como es el caso de cinco de los fugitivos. Luego de dos semanas, se informó que fueron recapturados. Según remarcó la Sociedad Palestina de Prisioneros, el Servicio israelí de un día a otro comenzó a trasladar a la fuerza a los presos en huelga a celdas separadas debido a su afiliación política.
Las medidas abusivas del Servicio Israelí fueron denunciadas por el presidente de la Asociación de Presos Palestinos, Qaddura Faris, quién sostuvo que dentro de siete días, 100 de los prisioneros dejarán de beber incluso agua.
“Grupos de todas las facciones palestinas se les unirán. Los presos están llevando a cabo muchas acciones de protesta en defensa de sus derechos, el legado del movimiento cautivo y los logros alcanzados durante décadas”, indicó el referente palestino. Según la Asociación, hasta la fecha Israel tiene 4.600 prisioneros palestinos.